Diari Més

L'Ampolla

La fibra óptica permitirá detectar pequeñas rupturas en la cañería principal del CAT

El sistema se extenderá por 85 kilómetros de la red del minitrasvase y costará unos 7 MEUR

En junio de 2023 la fibra óptica estará colocada en 85 kilómetros, hasta Tarragona.

La fibra óptica permitirá detectar pequeñas rupturas en la cañería principal del CATCAT

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El Consorci d'Aigües de Tarragona (CAT) ya despliega la fibra óptica por la cañería principal del minitrasvase del Ebro para monitorar el estado de conservación de la infraestructura y prever y evitar colapsos como los de l'Ampolla (enero del 2020) y l'Ametlla de Mar (diciembre del 2021). Se trata de un proyecto innovador y en lo referente a Europa –sólo hay un sistema similar en Escocia de menos dimensiones-, con el que se tiene información en directo de cada pequeña ruptura del hormigón en más de 13.000 tramos de red.

La fibra óptica se ha instalado ya en 15 kilómetros de cañería, de l'Ampolla a l'Ametlla de Mar (Baix Ebre), y en junio del 2023 estará colocada en 85 kilómetros, hasta Tarragona. El coste del proyecto es de unos 7 MEUR.

Cuando se produce una rotura de las espiras del hormigón pretensado de la tubería, el centro de control del Consorci d'Aigües de Tarragona recibe un mensaje, una alarma, y la rotura queda registrada en un mapa virtual donde se puede seguir en directo y en el detalle el estado de conservación de cerca de catorce mil tramos de la tubería, la parte de la red de abastecimiento de agua del Ebro que va desde la estación de tratamiento de l'Ampolla (Baix Ebre) hasta las instalaciones del barrio de Sant Pere i Sant Pau de Tarragona (85 kilómetros).

Cada tramo, por las características de la tubería, tiene un «límite de agotamiento», un número máximo de espiras -en muchos casos decenas-, que se pueden romper antes de que salten las alarmas y se pueda producir un colapso inmediato, un reventón. La información permite prevenir y sustituir y cambiar las tuberías más deterioradas y erosionadas. Desde que está en funcionamiento la monitorización de los primeros quince kilómetros, se han registrado diez pequeñas rupturas en nueve de los dos mil quinientos que conforman esta primera sección con fibra óptica instalada.

El proyecto de la fibra óptica deriva de los reventones que se produjeron, por colapso de la infraestructura, en l'Ampolla en enero del 2020, y en l'Ametlla de Mar en diciembre del año pasado. El episodio de l'Ampolla precipitó una diagnosis de doce mil tramos de tubería, desde la captación en Camp-redó hasta Tarragona (algo más de setenta kilómetros). A raíz de esta evaluación, se decidió cambiar de urgencia de cinco tramos que tenían riesgo de rotura y «precipitar» el despliegue del proyecto de fibra óptica, que el CAT había empezado a preparar en el 2019.

El presidente del Consorci d'Aigües de Tarragona, Joan Alginet, ha destacado que se trata del proyecto «más innovador e importante» de los próximos años, «derivado» de la necesidad de vigilar el estado de conservación de una infraestructura que data de 1989, pero que todavía está lejos de agotar su vida útil. «Queremos tener la capacidad de evitar nuevos episodios de tensión, y el posible malestar de los consorciados y de los ciudadanos que se abastecen del Consorci», ha remarcado. «Hay que dar agua de mucha calidad, que ya lo hacemos, y hay que darla con todas las garantías, con procedimientos y mecanismos que refuercen esta seguridad», ha añadido Alginet.

Inversión y fondos europeos

Como ha detallado el gerente del Consorci, Josep Xavier Pujol, la previsión es que el despliegue de la fibra óptica en 85 kilómetros de tubería esté terminado en junio del próximo año. La inversión prevista es de aproximadamente 7 millones de euros. 2,25 millones de euros de la primera fase se han destinado también a trabajos preliminares electromecánicos para facilitar la colocación de la fibra «de forma más fácil y ágil». La empresa adjudicataria, Xylem, la instala sin detener el servicio porque «es la velocidad del agua que la empuja». Alginet ha añadido que se buscará la cofinanciación del proyecto a través de los fondos europeos Next Generation y de una línea para gestores de agua que prepara el gobierno español.

El CAT también realizará una segunda diagnosis del estado de conservación de la tubería, para actualizar la que ya hizo después del colapso de l'Ampolla, de forma que se actualizarán los datos para que sean el punto de partida de la monitorización que se realizará con el sistema de fibra óptica. «Hemos podido contrastar la bondad del sistema y podemos decir que la fiabilidad y la previsión es muy alta aunque existen riesgos, porque es un sistema predictivo. Buscamos la predicción antes de que ocurra la ruptura que provoca daños y estragos», ha apuntado el gerente del CAT.

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