Las Terres de l'Ebre acogen a más de 300 refugiados ucranianos

Las Terres de l'Ebre han dado acogida a 305 personas que huyen de la guerra de Ucrania. La mitad son niños y la inmensa mayoría llegan acompañados por mujeres. Una cincuentena de menores ya han sido escolarizados en centros del territorio y se han repartido 206 tarjetas sanitarias. El Montsià y el Baix Ebre son las comarcas donde más refugiados han llegado. Por municipios son Amposta, Tortosa y la Ràpita. La comisaría de la Policía Nacional de Tortosa centraliza desde hace unos días los trámites de la protección temporal de estas personas. Se ha habilitado con el apoyo de las técnicas de acogida de los consells comarcales y ayuntamientos y los agentes de acogida locales ayudan a los refugiados a pedir cita para ser atendidos en este punto.

La Mesa de Contingencia de Acogimiento hará llegar pronto un documento de preguntas frecuentes a los ayuntamientos para que puedan ayudar a todas las personas que hay desplazadas en sus municipios. El primer trámite a resolver en los consistorios es el empadronamiento para que puedan acceder a la escolarización y la asistencia sanitaria. El Ministerio también ha firmado un convenio con la Fundación La Caixa para acelerar la acreditación de familias acogedoras.

El delegado del Gobierno en las Terres de l'Ebre, Albert Salvadó, ha apuntado que se gestiona la crisis adecuándola a las necesidades que se van produciendo porque la llegada de refugiados de Ucrania es más masiva que los recursos convencionales de los que dispone habitualmente la administración. «Estamos definiendo protocolos y circuitos para ser tan eficientes como sea posible, para acoger con garantías a las personas que vengan», ha apuntado. Cruz Roja gestiona e inventaria alojamientos prioritarios por si son necesarios más adelante, en caso de que los circuitos definidos se colapsaran.

Ayudas para vivienda

El director de los servicios territoriales de Derechos Sociales en el Ebre, Felip Monclús, ha explicado las nuevas líneas de ayudas a la rehabilitación y la mejora de eficiencia de las viviendas y edificios que se han abierto con los fondos Next Generation. Por una parte se dispondrán este año de 42 MEUR para la rehabilitación en el ámbito de los barrios y que se ha trasladado a los ayuntamientos ebrenses para incentivar las solicitudes. También se destinan 23 MEUR a la rehabilitación de edificios –con una adicional para edificios con residentes en riesgo de vulnerabilidad-, 24 MEUR para actuaciones de mejora de eficiencia energética, y 9 MEUR para la redacción de proyectos de rehabilitación. Los trámites se tienen que hacer en línea pero con el apoyo de las oficinas locales de rehabilitación –hay una en cada comarca y una quinta en Tortosa.

La primera línea ofrece subvenciones a los solicitantes entre los 6.300 y los 26.750 euros, en la segunda línea sobre los 3.000 euros, la tercera línea entre 700 y 4.000 euros, y la última entre 1.100 euros hasta 30.000 euros. «Es una oportunidad para mucha gente, pero no está exenta de problemáticas, como es que la inflación ha hecho subir mucho los precios en la construcción y estas líneas tan interesantes pueden no ser tan beneficiosas como se había planteado al principio. Pero es importante que la ciudadanía se informe y se intente estimular este proceso de mejora en el ámbito de vivienda», ha animado Monclús.

Falta de socorristas

Por otra parte, en el Consejo de administración del Gobierno en las Terres de l'Ebre también se ha explicado que se ofrecen dos cursos -que puede ampliarse a un tercero-, y que impulsa la coordinación territorial de Deportes y el SOC, para facilitar certificados y acreditaciones a nuevos socorristas. En la campaña de verano se necesitan unos doscientos en el territorio y siempre hay dificultades para completar las contrataciones. Los cursos se harán en Alcanar y Tortosa.

Viaje a los Países Bajos

El delegado del Gobierno ebrense también ha informado de que la próxima semana, una delegación de la Mesa de Consenso del Delta, el Ministerio para la Transición Ecológica y la Generalitat viajan a los Países Bajos para conocer las soluciones que aplican en la gestión del litoral y los movimientos de arenas, para frenar la regresión y la subsidencia. «Tenemos muy trabajadas las necesidades urgentes del litoral del Delta del Ebro y evidentemente es un lugar donde tienen muchos años de pericia y es un buen referente para ver cómo han ido solucionando problemáticas que son comparables con los que nos encontramos y nos seguiremos encontrando». Salvadó ha remarcado que «el interés del Gobierno» es también en el ámbito de país porque «el Delta del Ebro es la zona cero», pero los efectos del cambio climático afectarán a toda la costa catalana.

Monumento franquista

El delegado Albert Salvadó ha descartado valorar el proyecto del Observatorio Europeo de Memoria (EUROM) para desmontar y reinterpretar sobre el río Ebro el monumento franquista de Tortosa. «No estamos en el marco de reinterpretación de un monumento de origen fascista sino que la ley de memoria histórica no da margen al respecto. Como se ha hecho por todo el país, los monumentos de exaltación del franquismo se tienen que retirar», ha dicho. «Aquí en Tortosa es el lugar donde cuesta más hacer cumplir la ley de memoria histórica, el monumento no la cumple y se tiene que retirar», ha reiterado.