El temporal inunda la barra del Trabucador y provoca tres pequeñas roturas que impiden el acceso a las salinas

«En esta primera parte del temporal hemos tenido la ventaja que las presiones eran bastante altas y eso hace que el nivel del mar de fuera y de la bahía sea bajo y eso nos ayuda a proteger la barra», ha apuntado al director industrial de Infundida, Manel Salvadó. Llegados al pico de máxima altura de las olas, que han superado los dos metros, la evolución del temporal las próximas horas será clave para determinar la afectación. «Estamos en una situación que no hace viento pero tenemos un mar de rissaga por temporales en el mar, muy potente, y eso sí que nos puede hacer daño», ha precisado.

Si, como las previsiones anticipan, el episodio finalice a partir de la medianoche, Infundida estudiará la situación y prevé poder iniciar las tareas de restauración del camino este mismo viernes. Salvadó ha apuntado que la intención es poder recuperar la actividad el lunes. Durante los últimos tiempos, la empresa ha gastado 1,4 millones de euros en movimientos de arenas para recuperar el paso. El último paro, precisamente, que llega después de que los aguaceros del pasado día 1 afectaran también a la explotación en plena cosecha de la sal y generando importantes pérdidas de producción.

Ante este escenario y la previsión que durante este otoño e invierno se repitan varios episodios como este, la empresa remarca su voluntad de materializar el proyecto de conexión marítima alternativa para poder garantizar la actividad y la salida del producto. De momento, ni el gobierno español ni la Generalitat tampoco han concretado cuando se pueda llevar a término el movimiento previsto de 385.000 metros cúbicos de arena en puntos frágiles del Delta, como el Trabucador, previsto inicialmente para este otoño. «Hace dos días que no podemos entregar producto a los clientes y seguramente no lo podremos hacer hasta el lunes. Eso en un temporal que hace entrar en crisis el Trabucador pero que hace diez años atrás habría sido inofensivo. El cambio climático lo sufrimos severamente y hace que sea un factor muy importante. Tendremos ocho o nueve temporales a lo largo del invierno que nos pondrán en riesgo», ha apuntado Salvadó.

La evaluación ambiental del proyecto, que prevé construir un pantalán en la punta de la Banyapara poder garantizar el acceso de camiones a través de una barcaza que conectaría con el puerto de Sant Carles de la Ràpita, ha recibido el visto bueno inicial de la Generalitat. Ahora se encuentra pendiente de superar el trámite estatal en el Ministerio para la Transición Ecológica, que tendrá que emitir un informe ambiental al respecto.