El acto institucional de conmemoración del 8-M en el Ebro ha empezado con la lectura del manifiesto, leído y grabado previamente por los alumnos de las escuelas Lluís Viñas de Móra de Ebro; el Instituto-escuela 3 de Abril de Móra la Nova; Divina Pastora i Saba Verda de Vinallop, Ferreries, Sant Llàtzer i Sagrada Família de Tortosa; Jaume Balmes de Santa Bàrbara; Agustí Barberà i Sagrat Cor de Amposta; Raval de Crist de Roquetes; Maria Garcia y 21 de Abril de l'Aldea y Ramon i Cajal d'Ulldecona.
Acto seguido se han emitido las representaciones teatrales de los cuentos, que forman parte de la publicación
Som fortes i valentes,
Hannah, la noia diferent, del Instituto-escuela El Templo, e
I per qué no? del alumnado de la Escuela Remolins, ambas de Tortosa. «Lo hacemos para reivindicar que las niñas cuando sean grandes pueden llegar a ser todo aquello que quieran y no marcadas por los estereotipos de género que marca la sociedad», ha reivindicado Valls. «Es muy importante que de bien pequeños se conciencien y hace falta la implicación de los centros escolares. Esperamos un día podamos celebrar la plena igualdad entre hombres y mujeres y no haya que reivindicarla», ha añadido la alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé.
Desde el Consell Comarcal del Baix Ebre, el presidente Xavier Faura, ha puesto datos para constatar esta desigualdad y sobre todo la vulneración de los derechos y las agresiones sufridas, que ha puesto todavía más de relieve la pandemia y los confinamientos domésticos. Las consultas en el SIAD (Servicio de Información y Atención a las Mujeres) del Baix Ebre se duplicaron el año pasado, acercándose a las 800, y se pasó de 178 usuarias a 220. El ente comarcal también ha abierto un contrato programa para dar trabajo a mujeres en situación de especial vulnerabilidad. «Hace falta combatir estas situaciones y hacer políticas por la igualdad. Las administraciones tenemos que ser especialmente sensibles», ha defendido Faura.
La campaña del ICD pone el acento en la corresponsabilidad doméstica y la carga mental que sufren las mujeres. Ellas trabajan en el hogar el doble que ellos, sólo un 7% de las reducciones de jornada para cuidar de familiares las solicitan los hombres, y cuando se trata de atender a los abuelos son las mujeres las que lo hacen en dos terceras partes. «La campaña increpa a los hombres a cambiar su manera de actuar, no se trata de colaborar. Sólo conseguiremos la igualdad cuando se impliquen en las tareas del hogar igual que las mujeres», ha pedido Valls.