Despliegan una cruz roja para denunciar la fragilidad del Trabucador por la retención de sedimentos en los embalses

El colectivo ha presentado un recurso al Consejo de Transparencia del gobierno español porque no han recibido respuesta de la ConfederacióHidrològica de l'Ebre(CHE) sobre la documentación requerida. En concreto, hace más de un mes, les pidieron información del contrato de concesión de las hidroeléctricas y los informes para conocer el estado de las presas de Mequinensa, Riba-roja d'Ebre y Flix.

Según Juan, en los títulos concesionales se estipula un canon social que las eléctricas tendrían que pagar al gobierno español. «El 25% de la energía producida por Endesa tendría que ser devuelta por la empresa al estado; sabemos que eso no se está realizando, sólo con el caso de Mequinensa son 7 millones de euros anuales, con 65 años de concesión, estamos hablando de unos 450 millones de euros», ha asegurado el portavoz.

Por él, este dinero se tendría que destinar a paliar los impactos sociales, ambientales, económicos que la empresa genera tanto en los embalses como río abajo. «Exigimos a las administraciones, principalmente en el gobierno español, que haga cumplir los contrato de concesión que tienen las hidroeléctricas», ha dicho. Asimismo, ha denunciado que las hidroeléctricas no están cumpliendo con la normativa vigente de seguridad. «Todos los mecanismos tienen que estar en buen estado; si hubiera un problema a las presas no las podrían vaciar y si hubiera una gran riada podría rebosar el agua porarriba como pasó en el pantano de Sant Martí de Tous y, eso supone un peligro de ruptura de las presas», ha destacado.

En caso de que el Consejo de Transparencia no resuelva a favor suyo y no obligue la CHE a entregar la información, ya han asegurado que presentarán un contencioso administrativo. «Esta información tiene que ser pública; queremos la información de los contratos para saber cuáles son las obligaciones de la empresa y entrar judicialmente a reclamar que se cumplan los contratos», ha completado Juan.

Por todo ello, los activistas piden actuaciones urgentes tanto en la costa como en los embalses para revertir la regresión del delta y preservar el ecosistema. Recuerdan que en la bahía de los Alfacs vive una de las poblaciones de nácares más importantes del mundo – una especie en peligro de extinción-, y que la biodiversidad, desde los flamencos en los ejemplares de peces, y la actividad económica en las Salines de la Trinitat, también son importantes para su conservación. «Estos impactos ambientales de las presas se hacen muy evidentes en el delta de l'Ebreporque no es sólo la retención del agua, sino que físicamente, el delta está desapareciendo por la retención del 99% de los sedimentos de la cuenca», ha cerrado a Juan.