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Medio Ambiente

Ecologistas en Acción reclama iniciar ya el traslado de sedimentos para salvar el Delta del Ebro

La entidad reitera que los cordones y movimientos de arenas son caros, ineficaces y tienen un gran impacto ambiental

Imágenes aéreas de la zona de la Barra del Trabucador

La Barra del Trabucador sufre daños importantes y todavía no se ha podido acceder a las SalinasBombers

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Ecologistas en Acción reclama que se inicien de forma inmediata las pruebas piloto de transferencia de sedimentos desde los embalses del tramo final del Ebro para salvar el Delta. En un comunicado, la entidad remarca que el paso del temporal Filomena ha vuelto a poner nuevamente la vulnerabilidad de un espacio que es Reserva de la Biosfera así como la «ineficacia de intentar solucionar la regresión y la subsidencia del Delta del Ebro sin considerar» las toneladas acumuladas en los pantanos de Riba-roja d'Ebre, Mequinenza y, en muy menor medida, Flix. Recuerdan, en este sentido, que levantar muros perimetrales de defensa y los movimientos de arenas son medidas «caras, ineficaces y de gran impacto ambiental».

La entidad ecologista considera «trascendental para la vida del Delta», y «de más de 50.000 personas» que lo habitan, acelerar al máximo los proyectos piloto de transferencia de sedimentos. Calculan que en el sistema de Mequinenza-Riba-roja se acumulan 8,8 millones de toneladas anuales y sólo 330.000 traspasan la presa. «El 96,35% de los sedimentos quedan retenidos en estos grandes embalses construidos a más de 100 kilómetros de la desembocadura del río», enfatizan, reclamando revertir de forma inminente esta situación.

«Es necesario planificar y actuar de forma integral. Las propuestas y acciones que están en marcha diseccionan el río Ebro, su Delta y sus aguas costeras. La planificación hidrológica tiene que considerar las aguas superficiales continentales, de transición, las costeras y las subterráneas, previniendo todo deterioro adicional para proteger y mejorar el estado de todos los ecosistemas acuáticos. El Plan Hidrológico del Ebro, del tercer ciclo de planificación que pronto se presentará, tiene que implementar el traslado de sedimentos e iniciar cuanto antes mejor proyectos piloto», insisten. Junto con la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) denuncian la falta de caudales ambientales y de sedimentos suficientes para el tramo final, en detrimento de la expansión de miles de hectáreas de regadío con la construcción prevista de decenas de embalses.

Por el contrario, los ecologistas sostienen que no tiene ningún rigor «disociar la retención de sedimentos en los embalses, así como la falta de caudales generadores a lo largo del Ebro, de la subsidencia, la regresión y la vida en el Delta». En este contexto, consideran que, los «movimientos ingentes de arenas» de una en playa a otra y la propuesta de creación de un cordón artificial de arenas que actúe de muro de contención del mar ante las tormentas y el aumento de su nivel, tiene un elevado coste económico y ambiental y resultan ineficaces, e incluso contraproducentes. «Desde que se construyó el embalse de Mequinenza y dejaron de llegar sedimentos al Delta, el Ebro dejó de dominar el equilibrio entre la tierra, el mar y el Delta y este espacio natural quedaron a merced del mar», cierran.

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