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El Ayuntamiento de Tortosa descataloga el monumento franquista en el pleno

Todos los grupos excepto Ciutadans dan apoyo a la modificación del catálogo del POUM que impulsó una moción ciudadana

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El Ayuntamiento de Tortosa ha aprobado, con el único voto contrario del concejal de Ciutadans, de la modificación del POUM para retirar el monumento franquista del río Ebro del catálogo de edificios y conjuntos históricos y artísticos, que impulsó una moción ciudadana. Se ha hecho en un plenario extraordinario este viernes por la mañana, que ha sido marcado por los reproches cruzados, reprochados por la consulta de hace cuatro años, por la inacción de unos y otros, para hacer electoralismo y por haberlo catalogado en el 2006. El Departament de Justícia se ha comprometido pagar y ejecutar la retirada del monolito una vez acabe este trámite, que tiene que dar por definitivo la Comisión de Urbanismo de las Terres de l'Ebre.

La descatalogación del monumento franquista del Ebro se ha llevado a aprobación en un pleno extraordinario este viernes marcado por las acusaciones cruzadas entre todos los grupos municipales. Los principales reproches a Junts per Tortosa han sido por la consulta que en el 2016 preguntó a la ciudadanía de Tortosa qué quería hacer del monolito. El concejal de la CUP, Sergi Arnau, ha dicho que la consulta «fue un error de las izquierdas tortosinas que se dejaron arrastrar por la falta de voluntad de la derecha tortosina de retirar el monumento». «Es una consulta que ni ahora sus promotores defienden. Al fascismo no se lo consulta, se lo combate y se lo destruye», ha apuntado.

El debate, con los portavoces vertidos a la hemeroteca, se ha alargado con reproches sobre los posicionamientos de los grupos municipales con respecto al monumento, su catalogación, la consulta e incluso el uso electoralista que se hace en estos momentos. La alcaldesa Meritxell Roigé ha defendido que su partido nunca hizo campaña para la reinterpretación del monolito, ni ha bloqueado la retirada, ni dio apoyo a catalogarlo en el POUM. «Las izquierdas no retiraron el monumento, no hicieron absolutamente nada para sacarlo, no hicieron ninguna demanda a nadie, ni a la Generalitat ni al Estado y lo protegieron en el POUM de Tortosa. Eso es lo que hicieron. Lo protegieron ustedes y a partir de aquí decidimos todos juntos llevar a cabo una consulta, de forma acertada o no acertada», ha dicho Roigé, apelando al grupo MovemTortosa.

«No hicieron campaña como partido pero muchos de sus representantes posicionaron», ha replicado Jordi Jordan, portavoz de Movem. «Dejemos de utilizar esta disputa. Los matices no son importantes y con respecto a responsabilidad tenemos que actuar de una vez por todas de forma coordinada y dejando el electoralismo que se hace evidente los últimos meses por parte de mucha gente», ha pedido Jordan.

También el portavoz de ERC, Xavier Faura, ha pedido que se abandonen las retrospectivas y los reproches y se celebre que la descatalogación ha tenido el soporte del plenario. «Puedo estar de acuerdo que la situación previa al día de hoy ha sido un cúmulo de despropósitos pero miramos adelante», ha defendido. Por otra parte, Faura ha rechazado que la Generalitat sea responsable que el monolito siga en medio del Ebro. La Generalitat ha intentado averiguar jurídicamente de quién es, que es propiedad del Estado y ha empezado la tramitación por sacarlo. No es inacción de la Generalitat sino que asume aquello que el Estado no quiere hacer», ha recordado.

El teniente de alcalde y portavoz del PSC de Tortosa, Enric Roig, ha afianzado el posicionamiento del grupo socialista en la ciudad respecto del monumento. «Lo que llevamos al plenario es un puro trámite administrativo por el cual no cambiará nada con respecto a poder retirar el monumento. Todos estamos en elecciones y lo quieren hacer entrar en campaña», ha dicho Rojo. «Las leyes de memoria histórica lasha hecho mi partido, lecciones ninguna», ha recriminado apelando ERC.

Pero el portavoz republicano ha recordado que el trámite es «imprescindible» para que la catalogación le de un valor arquitectónico que serviría de «munición» a aquellos que quieran interpretar la excepción que contempla la ley 52/2007 de memoria histórica -enmienda que que considera excepciones de la retirada del dominio público las obras artísticas o arquitectónicas- y podrían presentar un contencioso administrativo si se retira. «Es imprescindible su descatalogación porque en caso contrario ayudamos a la gente que quiere evitar su retirada y que intentan demostrar que tiene un valor arquitectónico», ha apuntado Faura.

El único concejal que se ha opuesto a sacar el monumento franquista del catálogo del POUM ha sido Miquel Albacar, de Ciutadans, que ha defendido que hace falta impulsar la opción que ganó la consulta del 2016, su reinterpretación, que recibió el soporte de más del 68% de los votantes. «Ningún partido en la ciudad ha sacado tantos votos y hace falta escuchar a la gente de la calle y actuar en consecuencia», ha insistido.

Iniciativa ciudadana

La descatalogación que tiene que acabar de aprobar la CUTE fue impulsada a través de una moción ciudadana de la Comissió per la Retirada dels Símbols Franquistes de Tortosa. En un comunicado este viernes, han señalado que «es un día importante» para la ciudad porque lo entienden «como el primer paso necesario e imprescindible hacia su retirada definitiva». La agrupación califica la votación del consistorio «de histórica», a pesar de lamentar que «llega muy tarde», y la celebran como una «pequeña victoria» a muchos años de lucha. Finalmente, la Comisión ha pedido «rigor y celeridad» para que se saque del río cuanto antes mejor. «El monumento franquista mayor de Cataluña tiene que tener los días contados», han pedido.

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