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Agroalimentación

La DO Terra Alta crea una bolsa para que la covid no obligue a detener la actividad de las bodegas

La iniciativa pondrá a disposición de los productores afectados medios materiales y humanos durante la vendimia

Primer plano de uva en una viña de la DON Terra Alta. Imagen publicada el 10 de octubre del 2019

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El Consejo Regulador de la DOTerra Alta ha aprobado crear una bolsa de ayuda mutua para que las bodegas que se puedan ver afectados por la pandemia de la covid-19 no tengan que detener su actividad durante la vendimia. Los productores ofrecerán de forma desinteresada sus recursos, sean materiales, técnicos o humanos, y el Consejo Regulador se encargará de gestionarlos en los casos de bodegas de la DOque tengan personal afectado por el coronavirus y tengan que seguir la cuarentena. Eso tiene que evitar el cierre de las instalaciones y el paro de la actividad en un momento clave para la producción vinícola de las empresas. La bolsa solidaria se activará a partir de esta misma semana.

El presidente del Consejo Regulador de la DON Terra Alta, Joan Arrufí, ha recordado «la afectación brutal»que puede suponer la detección de casos de coronavirus en torno a las bodegas, que en la comarca son principalmente «empresas micro o pequeñas». Se trata, según ha precisado, de aportar los medios necesarios para garantizar la actividad de las bodegas en un momento que se decide la calidad de la producción y el futuro de las bodegas. «Hay también una parte de soporte anímico», ha precisado en este sentido.

La iniciativa, aprobada la semana pasada, se está comunicando a la sesentena de bodegas de la DOpara que se adhieran. «No supone ningún coste ni ninguna promesa: la buena voluntad de sí hay unproblemaen alguna bodega por elcovid intentarán ayudar lo que se pueda al afectado», ha precisado Arrufí. El Consejo hará una bolsa con los recursos disponibles para poder ofrecerlos si se da la situación y evitar que las empresas tengan que cerrar puertas por falta de personal, como ha pasado en varios casos, por la detección de positivos y el establecimiento de cuarentenas.

El mismo Arrufí, de hecho, reconoce haberse encontrado en esta situación recientemente en su empresa, obligándolo a retrasar el inicio de la vendimia, y valora especialmente la ayuda recibimiento por parte de otras bodegas. Aparte de una cuestión altamente «práctica»para el colectivo, cree que la solidaridad entre las empresas, más allá de la habitual competencia, resulta especialmente importante esta campaña «atípica, en la que puede pasar cualquier cosa».

De momento, la vendimia sigue avanzando y esta semana ya ha llegado a los 10 millones de kilos de uva, aproximadamente un tercio de la cosecha prevista, que puede llegar a los 30 millones de kilos. La caída estimada será en torno a un 25%, en buena parte por la afectación del mildiu en algunas viñas. Por el contrario, la calidad se prevé excelente, por el buen equilibrio entre nivel de azúcar, crecimiento y acidez, especialmente en el caso de las garnachas, la variedad estrella de la comarca.

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