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Los barcos turísticos se quedan amarrados a puerto, olvidados en la desescalada

El sector exige que se permita reactivar la actividad como se ha autorizado en el Canarias desde la fase 1

Eal llaüt Lo Sirgador de Tortosa amb els seus responsables fent tasques de manteniment mentre no poden reactivar l'activitat

Los barcos turísticos se quedan amarrados a puerto, olvidados en la desescaladaACN

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ACN

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Los barcos turísticos no han podido reanudar la actividad ni siquiera en los territorios del país donde ya se ha implantado la fase 2 del desconfinamiento, como las Terres de l'Ebre o la Costa Daurada. Los decretos gubernamentales los han «olvidado» y siguen parados mientras no se regule cómo y cuándo pueden reiniciar la actividad. Denuncian «un agravio comparativo» con otros territorios como las Islas Canarias donde se ha permitido desde la fase 1 que las embarcaciones turísticas puedan volver a hacer excursiones y actividades. «Pensamos que se han olvidado de nosotros porque hay muchas actividades empresariales a tener en cuenta pero si no te especifican que puedes empezar a trabajar, no lo puedes hacer», ha lamentado Jordi Domingo, gerente del laúd Lo Sirgador de Tortosa.

Mientras el laúd Lo Sirgador sigue amarrado en el embarcadero de Tortosa, sus responsables, el gerente Jordi Domingo y Adelino Fontanet avanzan las tareas de mantenimiento y adecuación del barco para que esté listo cuando les llegue la autorización que ahora reclaman con ansia después de más de dos meses parados. «Trabajamos todo el año y desde marzo trabajamos fuerte, sobre todo con grupos y escuelas durante la primavera. Estamos arrastrant muchas pérdidas y ahora poder empezar a trabajar una semana antes o después supone mucha diferencia», ha reivindicado Domingo.

Mientras las empresas de turismo activo y de naturaleza han podido volver a acoger clientes, los barcos turísticos no reciben la autorización para hacer excursiones, celebraciones u otros de las actividades que ofrecen. Las líneas regulares de transporte turístico sí que pueden trabajar y existe la contradicción de que se puede trasladar a clientes a los restaurantes flotantes, pero no para hacer una excursión.

Son conscientes de que la vuelta quizás se tendrá que hacer en grupos cerrados provenientes del territorio, con un aforo reducido – el laúd tiene capacidad para 53 viajeros- y han comprado mamparas de metacrilato por si se lo acaban exigiendo. «Como el material escaseaba», se han adelantado y las han comprado por si hay que poner separaciones entre los grupos de turistas. «Nos ajustaremos a lo que nos pidan pero no sabemos nada. Trabajar a un 50% todavía saldría rentable pero a un 30% ya sería complicado», ha apuntado.

Otras empresas del delta del Ebro están en la misma situación o la Costa Brava que se ven obligadas a cancelar reservas ni pueden planificar nuevas. «Algunas agencias quieren llevarnos clientes este verano, pero no les podemos confirmar nada. De momento la única cosa que podemos hacer es seguir cancelando excursiones que teníamos programadas», denuncian. «Dicen que quizás a partir del día 15 de junio, que quizás será a plena capacidad pero no lo saben. Está todo arriba|en el aire y lo que queremos es que cuando salga un nuevo decreto nos tengan en cuenta y se incluya esta actividad con las especificaciones que correspondan», ha pedido el gerente de Lo Sirgador. De momento, ninguno de los departamentos oficiales implicados les ha dado «una respuesta concreta» a su petición.

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