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Medio ambiente

El delta del Ebro, pendiente de las obras de emergencia por el Gloria paradas por el coronavirus

Costes levantó antes uno dique de arena para proteger la costa norte y confía en reanudar las tareas a finales de abril

La barrera de arena que se empezó a construir de emergencia después del temporal en la playa de la Marquesa, en la bahía del Fangar.

El delta del Ebro, pendiente de las obras de emergencia por el Gloria paradas por el coronavirusACN

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El delta del Ebro ha acabado resultando, indirectamente, un espacio damnificado por la crisis del coronavirus. Los ayuntamientos de la zona continúan pendientes de que se puedan ejecutar antes del verano las obras de emergencia para reparar los estragos causados por el temporal Gloria y que quedaron paradas a mediados de marzo por el estado de alarma decretado por el gobierno español. Según fuentes estatales, los trabajos se podrían reanudar a finales de este abril para terminarlos en dos meses. Antes del paro, la Dirección General de Costas sólo pudo levantar un dique de arena para proteger un tramo de cinco kilómetros de costa al hemidelta norte que, en buena medida, ha evitado que el mar haya vuelto a penetrar en los arrozales con los últimos temporales.
Con una altura media entre los dos y los tres metros así como una anchura de duna entre los tres y cuatro, el dique se extiende entre el inicio de la punta del Fangar y la playa de Riumar. De acuerdo con la Comunidad de Regantes de la Izquierda, Costes decidió priorizar su ejecución como primera actuación urgente para intentar evitar que los temporales de esta primavera volvieran a inundar los arrozales próximos a la costa deltaica con agua del mar.

Se trabajos supusieron la movilización de unos 50.000 metros cúbicos de arena, procedente en buena parte de los mismos campos de arroz próximos al mar donde quedó depositada a raíz del a Gloria. Al fin y al cabo, según apuntan fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, el apantallamiento ha contribuido a frenar las dos temporales importantes de este mes de marzo –de menor intensidad que el gran temporal de finales de enero-, impidiendo la inundación de campos con agua salada y los consiguientes daños a los productores.

Esta, sin embargo, fue la única actuación que Costes pudo encargar a una de las cinco empresas que se tenían que encargar de ejecutar, a partir del mes de marzo, las obras de reparación de los estragos del Gloria a lo largo de la costa del Ebro y del Camp de Tarragona, con un presupuesto total de 3,5 millones de euros. El decreto del gobierno español declarando el estado de alarma por el coronavirus el pasado 16 de marzo paralizó todo el proceso.

También las actuaciones que se estaban llevando a cabo de forma urgente en la zona de la isla de Buda, otra de las grandes damnificadas por el temporal, donde la borrasca rompió la barra que separa el mar de los cajones –lagunas de agua dulce. En este caso, sin embargo, el Ministerio valora positivamente también cómo ha resistido el cordón dunar de 300 metros habilidades. Los últimos temporales han roto, de nuevo, la barra en unos 100 metros sin embargo, apuntan, han repartido la arena dejando una playa de 200 metros que ayudará a mantener la morfología del espacio durante un tiempo.

Si, finalmente, el gobierno español permite la levantada efectiva de las restricciones del estado de alarma a las empresas que tienen que ejecutar las obras, Costes prevé ponerlas en marcha a partir del próximo día 20 y antes de finales de abril. En el Delta se reprenderán las de la isla de Buda y se iniciarán las de la barra del Trabucador. Con un plazo de ejecución previsto de dos meses, la idea sería que finalizaran alrededor de Sant Joan, a finales de junio, justo el momento que se abre la temporada de playas.

El Ayuntamiento de Deltebre, el más afectado por la acción del Gloria en el Delta, espera impaciente que las actuaciones se puedan reanudar lo antes posible cuando la crisis del coronavirus lo permita. A pesar de reconocer el efecto positivo que ha tenido el apantallamiento de arena en la costa del litoral del municipio ejecutado por Costes, el alcalde, Lluís Soler, reclamar ir mucho más allá. «Por nosotros, bienvenido sea, porque ha permitido que no se inunden los campos y las zonas afectadas gravemente por el Gloria pero son insuficientes. Como ha obra de emergencia está bien, pero eso tiene que ir acompañado de más cosas», ha remarcado.

Deltebre quiere arena para las playas

Soler se refiere, principalmente, a la necesidad de restaurar y aportar las importantes cantidades de arena perdida en las playas de la Bassa de la Arena y Riumar. Especialmente, en el caso de esta última, apunta, los daños por el temporal de finales de enero resultaron especialmente importantes: las pasarelas de madera inauguradas el año pasado para superar las dunas anteriores a la playa tocan prácticamente en el agua, que también ha afectado a la base donde se encuentra el chiringuito.

«La emergencia sanitaria nos crea unos estragos que nunca pensábamos, pero el Delta vive una emergencia también de territorio, que no puede esperar más. Esperaremos mientras dure el estado de alarma, después tienen que acabar las obras de emergencia porque, en verano, cuando la crisis sanitaria nos permita una llegada de personas, aunque de menor intensidad, las playas puedan tener unas actuaciones de mínimos», argumenta al alcalde de Deltebre. No sólo eso, reclama al tanto al gobierno catalán como español que se pongan manos a la obra de forma inmediata en la hoja de ruta que planteó la Mesa de Consenso por el delta del Ebro y se adopten decisiones sobre las medidas estructurales que creen son necesarias para preservar el espacio a medio plazo.

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