La muestra cuenta con carteles de los artistas catalanes Carles Fontserè y Martí Bas, los valencianos Josep Renau y Manuel Monleón y de José Bardasano, Mariano Rawicz o Antonio Cañavate, entre otros, que desarrollaron su trabajo en la Madrid asediada. La exposición repasa también el uso de los carteles en postales y la importancia que tuvo el mundo editorial con libros ilustrados editados durante la guerra, como 'No pasarán! Ispania volum II', publicado en la Unión Soviética con diseño de El Lissitzky y Evgenii Goliakhovsky; o álbumes de ilustraciones como 'Estampas de la revolución española. 19 de Julio 1936', de José Luis Rey Vila.
También se expondrán los dibujos premiados en un concurso de caricaturas antifascistas organizado por la UGT en 1938 y la carpeta Madrid con texto introductorio de Antonio Machado y obras de diferentes dibujantes. La Guerra Civil significó un hito en la propaganda y marcó las pautas para la II Guerra Mundial. Por primera vez nuevos medios de comunicación de masas como la radio y el cine sonoro existían en un conflicto bélico, pero el cartel siguió siendo uno de los elementos propagandísticos fundamentales, que recogía la modernidad de la vanguardia soviética y la publicidad comercial. Los grandes centros de producción comunicativa, Barcelona, Madrid y Valencia pusieron todos los recursos disponibles a favor de la joven democracia republicana. Sindicados como la CNT y la UGT, partidos políticos como el PSOE, el POUM o el PSUC, instituciones como la Generalitat de Catalunya o el Ministerio de Propaganda crearon organismos y secciones dedicados a la estrategia propagandística.