Diari Més

Memoria histórica

Justicia busca en Bot a un vecino y dos soldados desaparecidos durante la Guerra Civil

Es la 27ª fosa que se abre desde el 2017, en este caso gracias a la memoria oral de un testigo del entierro

La consejera|consellera de Justicia ha asistido a la excavación de la fundición al lado de la ermita.

Justicia busca en Bot a un vecino y dos soldados desaparecidos durante la Guerra CivilGeneralitat de Catalunya

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La conselleria de Justicia ha abierto, este viernes, una fosa a Bot (Terra Alta) donde se busca un vecino desaparecido durante la retirada del Frente de Aragón. Un testigo explicó hace años a la familia que lo habían encontrado muerto, junto con dos soldados anónimos, y lo enterraron junto a la ermita de Sant Josep. Durante años, el miedo los hizo callar el secreto. La consellera Ester Capella, que ha visitado las excavaciones, confía en que se puedan encontrar los restos y cruzarlas con el ADN de la familia para que las hijas y el resto de los descendientes despidan al abuelo. Con esta son ya 27 fosas|fosos abiertas a Cataluña desde el 2017, cuando se puso en marcha el Plan de Fosas. Los análisis genéticos han permitido identificar a 8 víctimas.
El Departamento de Justicia, a través de la Dirección General de Memoria Democrática, ha iniciado este viernes la apertura de una fosa de la Guerra Civil en Bot (Terra Alta). La excavación se hace en la parte posterior de la ermita de Sant Josep, situada en las afueras de la población. Los arqueólogos esperan encontrar los restos del campesino Miquel Sanromà Bel y de dos soldados desconocidos. Los tres habrían sido muertos y enterrados en abril de 1938, durante el éxodo de personas provocado por la caída del Frente de Aragón y el avance de las tropas franquistas.

Miquel Sanromà, su mujer embarazada de cuatro meses y sus dos hijas de 9 y 3 años fueron a trabajar a una finca de las afueras de Bot una mañana de abril de 1938. Una vez llegaron, se vieron sorprendidos por un gran tráfico de gente que huía y por las bombas del ejército nacional. Las tropas franquistas habían roto el Frente de Aragón y la población civil se había empezado a marchar de los pueblos con carros y animales para refugiarse en masías o en zonas más seguras.

Miquel escondió a las hijas y la mujer en una cueva próxima pero cuando se hizo de noche, volvió solo a Bot para ocuparse de su madre, que ya no se podía valer por ella misma. Saben que el hombre llegó a casa y pudo asistir a la madre pero no lo volvieron a ver nunca más. La familia pasó décadas sin saber de él hasta que un familiar, Mariano Lahosa Sabaté y su mujer, les explicaron que lo encontraron muerto, al lado de dos soldados difuntos, y lo enterraron en la parte posterior de la ermita de Sant Josep.

«No sabíamos si se había marchado o lo habían cojido. Unos decían que lo habían visto hasta aquí, otros en ningún sitio, y veníamos aquí al río a lavar, arrodilladas en unos guijarros y ¡mira si lo teníamos cerca!», se lamentaba Mariana Sanromà, una de las hijas del desaparecido, de 91 años, que ha presenciado la apertura de la fosa sentada en una silla. El porqué de que su primo hubiera mantenido el secreto tantos años, lo explica la represión y el miedo.

«Estas cosas eran muy delicadas. Después del entierro mi tío se lo explicó a la mujer y decidieron no decir nada. Porque si lo decían a las hijas y preguntaban por desenterrarlos, sufrían que lo cogieran preso», ha explicado el sobrino de Lahosa, Francesc Fonanet, con una foto de los tíos antigua en las manos.

Cuando el caso se trasladó a la dirección general de Memoria Democrática, se abrió una investigación y a partir de la investigación oral e histórica, se ha decidido excavar el punto. La de Bot es la vigésimaséptima fosa que se abre a través del Plan de fosas , el programa del Governque desde 2017 planifica y prioriza la apertura de fosas comunes para identificar a las víctimas.

Las excavaciones del Plan han facilitado la recuperación de los restos de 304 personas y de estas, ocho han sido identificadas con el programa de identificación genética. La consellera de Justicia, Ester Capella, que ha presenciado la apertura de la fosa en Bot, ha insistido en la importancia de este programa para que las familias puedan cerrar los lutos y recordar a sus muertos, y confía en que se puedan localizar los restos de Miquel Sanromà para que los familiares y las hijas lo puedan despedir.

Capella también ha avanzadoque desde este año hasta el 2022, el departamento de Justicia tiene previsto señalizar todos los puntos donde se han hecho las excavaciones del Plan de fosas . En Cataluña hay 517 de la Guerra Civil documentadas, con una cifra estimatoria de 20.000 personas enterradas.

La consejera|consellera Capella con Mariana Sanromà, de 91 años, hija de la persona que se podría encontrar en la fosa|foso.

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