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Medio natural

Un camino de arena une provisionalmente la punta de la Banya con el delta del Ebre

Las salinas invierten más de 200.000 euros en la restauración «precaria» del Trabucador a la espera de la obra estatal

Plan|Plano general de una de las máquinas para reparar la zona del Trabucador.

Un camino de arena une provisionalmente la punta del Cuerno con el delta del EbroACN

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A la espera de que el Ministerio para la Transición Ecológica actúe en la reparación de la barra del Trabucador, seriamente afectada por el temporal de levante, la empresa que explota las salinas de la Punta de la Banyaha habilitado un camino «precario» de arena, de unos diez metros de anchura como máximo, para poder acceder provisionalmente a sus instalaciones. Este jueves fue el primer día que lo pudieron hacer por el suelo. «No nos han quedado más narices que actuar», asegura el gerente de Infundida, Joan Sucarrats. La empresa ha movilizado unas 18 máquinas desde hace prácticamente cuatro semanas para poder recuperar el acceso, invirtiendo entre 200.00 y 300.000 euros. El Ministerio prevé actuar en breve trasladando 120.000 metros cúbicos de arena.

Ni la sesentena de trabajadores de Infosa ni los camiones que se encargan de distribuir la sal que producen a unos 600 clientes –un 65% por ciento de la producción se destina a la exportación- han podido acceder a la Punta de la Banyadesde hace más de 20 días. El temporal provocó, según Sucarrats, «la rotura mayor que se recuerda» de la barra. «»Els últimos cuatro kilómetros desaparecieron y han quedado hundidos bajo el mar», precisa.

Desde este jueves, los trabajadores pueden acceder ya con todoterrenos hasta las instalaciones de la Punta del Cuerno. Entre el lunes y el próximo martes, Infundida efectuará pruebas para poder comprobar si es factible que lleguen también los camiones. Todo dependerá de si el terreno está lo bastante compactado. De momento, y mientras no actúe el ministerio, los tractores, camiones y máquinas seguirán trabajando diariamente para evitar que el oleaje se lleve el paso. Según insiste Sucarrats, se trata de una solución «provisional» que «cualquier llevantada», de dimensiones inferiores a la del Gloria, podría acabar estropeando de nuevo. «Estamos en la precariedad total», insiste.

Para la empresa, este escenario supone una «inseguridad total», con la actividad paralizada totalmente durante prácticamente cuatro semanas y las pérdidas económicas que eso puede repercutir en su fondo comercial que se ha quedado para abastecer. Al margen del acceso, Sucarrats apunta que se han producido daños en la guardamar exterior, entre otros puntos de las instalaciones. El problema, sin embargo, admite es «al conjunto del Delta»: «si las administraciones no se toman seriamente el problema de la regresión, la falta de sedimentos y la subsidencia y no toman medidas a corto plazo para atacarlo lo tendremos difícil».

Inversión pública de 700.000 euros

La recuperación del espacio de la barra del Trabucador será una de las principales prioridades dentro de las actuaciones previstas en el delta del Ebre para reparar los estragos del temporal de levante. Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica apuntan que la obra está siendo tramitada por la vía de la urgencia y podría empezar a ejecutarse en 20 días. La previsión es invertir unos 700.000 euros en, principalmente, el traslado de 120.000 metros cúbicos de arena que provendría del material arrastrado por el temporal en el interior de la bahía de los Alfacs y de la playa de los Eucaliptus.

Eso posibilitaría ensanchar el camino construido por Infosa hasta los 50 metros en el tramos de los tres kilómetros finales de la barra que conecta con la punta de la Banya. Con el tiempo, y como en temporales pasados, el istmo acumularía nuevamente sedimentos y se ensancharía de forma natural. Una solución que, a pesar de todo, seguirá siendo «precaria», en la opinión de Sucarrats. Duda de que, de acuerdo con las previsiones estatales, la barra se acabe regenerando por ella misma, según la dinámica natural estudiada históricamente. «Tenemos nuestras dudas y, si se regenera, necesita muchos días», apunta.

Más allá de la estricta aportación de arena, la actuación pública en el espacio prevé también intentar poner solución a un problema generado por las obras duras que se llevaron a cabo en los años 90 del siglo pasado para intentar fijar la barra. El temporal ha hecho aflorar la duna y el rompeolas de piedra por donde se hizo pasar en aquel momento el camino. La dinámica natural, impulsada por la llevantada, ha trasladado el istmo unos 50 metros hacia el interior de la bahía de los Alfacs. Eso ha dejado al descubierto estos elementos, que ahora actúan como espigones reteniendo arcos de arena y actuante como trampas que inmovilizan los sedimentos e impiden su dinámica natural. En este sentido, las obras incluirán también la retirada de la mayor cantidad posible de estas piedras para restablecer el tráfico natural de los sedimentos.

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