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Las Terres de l'Ebre perdieron a más de mil habitantes el año pasado

La economía en el territorio creció por cuarto año consecutivo

Imagen de archivo de una calle de Tortosa

Les Terres de l'Ebre perdieron a más de mil habitantes el año pasadoACN

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La pérdida de población en las Terres de l'Ebre no se detiene. Durante el 2018, el territorio perdió a 1.100 habitantes respecto del 2017, y se suman seis años consecutivos de bajada demográfica desde que en el 2012 se alcanzó un máximo histórico de población.

Por otra parte, como señala el Informe de Economía Local y Regional que elabora la Cátedra de Economía (CELiR) de la URV, la economía siguió creciendo, por cuarto ejercicio desde el 2014. Es un crecimiento «cuantitativo», de lo que no se acaban de determinar las características. Los salarios no crecen y cuesta generar contratos para las personas más cualificadas, una mano de obra que cuesta cubrir, posiblemente por la fuga de talento que va ligada al despoblamiento.

La despoblación es una de las principales «debilidades» de la economía de las Terres de l'Ebre. Como recoge el documento de CELiR, el año pasado el territorio se situó en 178.398 habitantes, 1.100 menos que en el 2017, representando el 2,35% de la población catalana (7.600.065) y perdiendo peso demográfico hasta del país. En seis años se han perdido 13.428 habitantes, un 7%. La circumstància «más preocupante» és que gran parte de esta bajada, son personas entre 25 y 49 años (5.637 personas de esta franja de edad).

La población «probablemente formada» marcha fuera a trabajar y se produce una importante fuga de talento. Eso afecta al tipo de crecimiento que está registrando la economía ebrense. «Sospechamos que los salarios no han crecido mucho y sabemos que cuesta generar contratos para las personas más cualificadas, y, si se crean, a menudo no hay mano de obra suficiente para cubrirlos», ha explicado Juan Antonio Duro, director de la Cátedra.

«Necesitamos crecer mucho más, primero por los niveles de PIB que teníamos antes de la crisis, muy por debajo de la media catalana, y segundo, porque proporcionalmente a la crisis nos afectó mucho más», ha añadido.

El catedrático ha señalado que hay que mejorar la estructura económica del territorio a través de elementos claves como «la gobernabilidad territorial, la potenciación de la marca Terres de l'Ebre, y la apuesta por sectores motor como la agroindustria o el turismo».

Con respecto a los datos, las empresas societarias activas del territorio (más de 3.000) ocupan actualmente más de 17.500 personas y durante el 2018 tuvieron un incremento sostenido de empleo|ocupación del 28,1%, un incremento inferior menor que en los años anteriores.

En este mismo capítulo también se apunta la importante bajada de trabajadores autónomos, 3.000 menos 10 años, lo que representa una bajada del 16,8%. Por otro lado, el año pasado fue nefasto para los cítricos y el aceite, dos de los principales sectores productivos del Ebro.

No obstante, en términos generales fue un año agrario mejor que en el 2017, a pesar de la disminución del VAB agrario. El Ebro sigue siendo un territorio altamente atractivo para el turismo pero sigue ocupando una posición muy discreta dentro del conjunto de las marcas turísticas de Cataluña, con respecto a visitantes y pernoctaciones. La sexta posición de un total de nuevo.

En el 2019 hubo un crecimiento del número de visitantes y pernoctaciones sensiblemente inferior al de la media catalana, y especialmente en el ámbito del turismo rural, también en los hoteles. Por el contrario en campings, el incremento es superior al catalán.

Según el informe hay una oferta turística poco desarrollada todavía, pero con muy potencial de crecimiento cuantitativo y cualitativo.

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