Diari Més

Medio ambiente

Gobierno, COPATE, ayuntamientos y plataforma buscan la fórmula para incrementar la lucha contra la mosca negra

Cofinanciar los tratamientos y hacer más y más bien es la propuesta técnica pendiente de consensuar

Josep Pedret rociándose con repelente ante uno de sus huertos en el término municipal de Benifallet donde sufren la plaga de la mosca negra.

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El Gobierno, el Consorcio de Políticas Ambientales de las Terres de l'Ebre (COPATE), los ayuntamientos afectados y la plataforma cívica contra la mosca negra buscan la fórmula para mejorar e incrementar los tratamientos contra la plaga. «La corresponsabilidad municipal» será una de las claves que se negociará en los próximos consejos de alcaldes para que los ayuntamientos, como pasa en el Delta con el mosquito, destinen una parte del presupuesto municipal. Los técnicos del COPATE han definido una propuesta para aumentar el número anual de tratamientos, de 5 a un mínimo de 7, pero siempre garantizando que se puedan empezar a aplicar desde el mes de enero. Un convenio plurianual evitaría seguir dependiendo de los tempos administrativos que han entorpecido y rezagado las últimas campañas de tratamientos.

Hace dos años que por obstáculos administrativos, retrasos en la aprobación de los presupuestos de la Generalitat, y otras trabas, los tratamientos contra la mosca negra en el río Ebro han empezado a hacerse bien entrada la primavera. Eso ha provocado veranos de auténtico calvario para los vecinos de las poblaciones de la orilla del Ebro, sobre todo entre finales del mes de junio y julio cuando la plaga alcanza su máximo poblacional.

La situación se ha llegado a denunciado como un problema de salud púbica y ha empujado a los afectados a crear una plataforma social que desde hace unos meses denuncia los inconvenientes de trabajar y convivir con este insecto.

La alarma social de la cual han sido altavoz ha empujado Gobierno y COPATE – organismo técnico que desarrolla las tareas de control de la plaga- a buscar una nueva fórmula de financiación y gestión que refuerce la lucha contra la mosca negra. El Gobierno seguirá aportando la mayor parte de la financiación de los tratamientos, comprometiéndose a aumentarlo si se aprueba el nuevo presupuesto.

Ahora bien, el delegado del Gobierno en las Terres de l'Ebre, Xavier Pallarés, y el presidente del COPATE, Joan Alginet, participarán en los consejos de alcaldes previstos para proponer también un cofinanciamiento por parte de los ayuntamientos afectados. Se trata de aplicar el modelo deltaico, donde desde hace dos décadas los consistorios destinan una parte del presupuesto municipal a financiar los tratamientos contra el mosquito que también lleva a cabo el Consorcio. Por otra parte, se trabajará para encontrar ayudas de las diputaciones de Tarragona y Lérida, para que hagan alguna aportación.

En una reunión de trabajo con la Plataforma d'Afectats per la Mosca Negra a Benifallet (Baix Ebre, Alginet ha apuntado que «hay que encontrar el encaje presupuestario» para hacer frente a los gastos que genera el tratamiento contra la plaga que desde el COPATE, además, ya han pedido aumentar. «Tenemos que establecer con el mundo local los parámetros para hacer efectiva esta corresponsabilidad municipal», ha pedido.

También se muestran predispuestos que el convenio para desarrollar todo este trabajo deje de ser anual. «El mecanismo que podamos establecer tiene que conseguir que los criterios políticos y administrativos no condicionen los criterios técnicos», ha señalado al presidente del COPATE. «Defendemos que el convenio sea el más largo posible, si puede ser a cuatro años, que será más útil y que haya corresponsabilidad por parte de los ayuntamientos lo tenemos que ver con toda normalidad», ha añadido.

Los técnicos necesitan este acuerdo para poder hacer una planificación eficaz del trabajo de control y erradicación. Los tratamientos con BTI tienen que pasar largos procesos burocráticos y no pueden depender de decisiones presupuestarias que se aprueban tarde. Sólo el año 2012, como ha recordado el responsable técnico del COPATE, Raül Escosa, se pudo empezar a atacar las larvas de la plaga en enero, y esta es una condición vital por evitar que los máximos de la curva de vuelo de la mosca negra no sea percibida por la población cuando llega el verano.

Igual que los técnicos, también los representantes de la plataforma social se han mostrado «esperanzados» con la nueva gestión que se plantea. «Hemos pasado un año muy duro. Hemos sufrido mucho pero hay un cambio de estrategia y esperamos que se lleve a cabo», ha apuntado a Josep Mestre, portavoz de la asociación. Estaremos encima por qué no se modere ni se olvide. La mosca negra es un problema que no está solucionado», ha recordado.

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