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Nuevo encuentro en Horta de Sant Joan de hombres con falda contra los prejuicios

Dos vecinos de la población impulsan este viernes al mediodía, por segundo año consecutivo, un encuentro en la plaza de Catalunya del pueblo

Participantes en la primera edición del encuentro de hombres con falda escocesa o 'kilt' en Horta de Sant Joan del año pasado.

Nuevo encuentro en Horta de Sant Joan de hombres con regazo contra los prejuiciosACN

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La falda masculina o 'kilt', uno de los signos de identidad de la cultura escocesa, como metáfora del derecho a decidir y contra los prejuicios de todo tipo. Hace un año, dos vecinos de Horta de Sant Joan (Terra Alta), decidieron organizar un encuentro de hombres con falda con este espíritu reivindicativo. En aquella ocasión acudieron media docena de personas. Este año, y como preludio de la fiesta mayor, esperan que decenas de hombres secunden la convocatoria vestidos con faldas. La cita es este viernes a la una del mediodía en la plaza de Catalunya del pueblo. Todo quiere transmitir, según uno de los organizadores, el activista Jesús Carbó, quien asegura vestir habitualmente con esta prenda de ropa, un claro mensaje contra los miedos y los estereotipos, sociales y culturales, en los más jóvenes.

La primera celebración, el día 2 de septiembre del año pasado, tuvo lugar de forma casi «espontánea». Aunque, en aquella, sólo asistieron a seis personas, vieron potencial para «hacerlo grande». «Los escoceses hacen un acto democrático muy loable, que es hacer un referéndum y nadie los pone problemas, y aquí nos pegan hostias. Como había la vinculación de las faldas decidimos hacer un acto reivindicativo, sin hacer énfasis en ningún aspecto, sumándolo todo, apunta. Incluso intentaron contactar con las autoridades escocesas para proponerles la idea. Un amigo que vivía en aquel país los ayudó a difundirlo y la prensa de Escocia acabó haciéndose eco de la iniciativa.

El activista de Horta niega, sin embargo, que se trate de una cuestión estrictamente política, vinculada únicamente con el proceso, el derecho a decidir y la afinidad política con la causa independentista escocesa. La filosofía detrás de todo se resume, en sus palabras, así: «que cada uno sea feliz, mientras no molestes el otro ¿qué problema hay? Si voy con falda, si me gusta o no la independencia, si quiero ir con pantalones, pintarme las uñas o la inclinación sexual», argumenta.

Los hombres se ponen falda y algunos, también, se pintan las uñas como muestra de «apoyo» al colectivo LGTBI así como a los adolescentes con la identidad sexual todavía para definir, según apunta Carbó. «Cuando algunos te ven con las uñas pintadas, que eres un hombre y heterosexual, se animan. Es muy estimulante este acto de liberación», subraya el activista y organizador, fundador también del colectivo 'Home amb falda d'Orta'.

En realidad, explica, una parte importante del objetivo de esta reivindicación es atacar «los miedos», una preocupación que le viene asegura, de sus facetas de padre y maestro. «Dejar los miedos de lado y demostrar, sobre todo a los adolescentes y a los pequeños, que nos llenamos la boca de libertad y de respeto, que tenemos una gran cantidad de miedo del qué dirán, que no damos ejemplo», remacha.

Los 'únicos' con falda en Bruselas

Carbó explica que la decisión de llevar falda «fue un acto para decir yo puedo hacer el que me da la gana». Una decisión que, poco a poco, fue animando a más gente» de su entorno. «Primero te miran extrañados, después se acostumbran y después te dicen: yo también quiero ir con falda escocesa». Incluso, recuerda, él y su hermano fueron los «únicos» que llevaban falda –mujeres incluidas, precisa- en la manifestación de Bruselas de diciembre de 2017, hecho que llamó la atención de muchos de los asistentes a la protesta, incluido el mismo Carles Puigdemont, según relata.

De cara al segundo encuentro de este viernes, Carbó confía reunir, como mínimo, entre 25 y 30 hombres con falda en la plaza de Catalunya de Horta a partir de la una del mediodía. Son los que, explica, ya han decidido comprar un 'kilt', en tiendas, por Internet o confeccionándolo. Algunos, incluso, como pasa en la misma Escocia, han investigado para conocer qué colores les podría corresponder en función de su familia. «Es muy divertido. Las mujeres dijeron: ¿y nosotras, qué? Han organizado su fiesta paralela y no sabremos cómo irán vestidas», apunta.

En el encuentro, además, esperan la participación de integrantes de las colonias escocesa, inglesa o irlandesa que habitan en las Terres de l'Ebre. Según Carbó, cada uno, lo puede hacer aportando y reivindicando sus propias ideas y convicciones. «Algunos querían aparecer con una pancarta de no al Brexit», explica, matizando que también están abiertos a la gente que quiera expresar mensajes favorables en este sentido. Un grupo de Teruel que toca música celta, Lugh, amenizará el encuentro, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de la población.

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