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Solidaridad

Un ebrense impulsa una campaña para ayudar a 120 familias indígenas de Colombia

El objetivo es comprar una máquina que les permitirá elaborar alimentos de primera necesidad

Nil Camprubí y

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Dos catalanes, uno de Les Cases d'Alcanar y uno de Manresa, impulsan una campaña de micromecenazgo para mejorar la vida de 120 familias indígenas de Colombia. Concretamente se trata de la comunidad que vive en Chachajo, que después de años desplazándose por la guerra, quieren empezar de nuevo. Los impulsores quieren recaudar 8.000 euros para comprar una máquina que se utiliza para extraer el jugo de la caña de azúcar, que ya han empezado a cultivar. El jugo les permitirá elaborar otros productos de primera necesidad para vender o intercambiar con otras comunidades de la zona.

Nil Camprubí, vecino de Manresa (Bages), y Jordi Queral, de Las Casas de Alcanar (Montsià), han arrancado la campaña después de visitar la zona. Los catalanes se conocieron por causalidad en Colombia y pasaron unos días en Chachajo, donde vive una comunidad indígena de 120 familias. El líder los explicó que después de años trasladándose por culpa de la guerra, el trapiche, la máquina que utilizaban para extraer el jugo de la caña de azúcar, se había roto y, por lo tanto, no podrían seguir elaborando todos los productos de primera necesidad. Fue entonces que los catalanes decidieron emprender la campaña de micromecenazgo.

La iniciativa, bautizada comoUn futuro para la comunidad indígena de Chachajo, estará coordinada por la Universidad del Tolima, que se encargará de llevar la máquina a la comunidad y de su mantenimiento. Se da el caso de que los catalanes acabaron conociendo Chachajo después de unirse, de forma improvisada, a la expedición bianual que organiza esta universidad con futuros ingenieros agroforestales.

Chachajo se encuentra sobre el río San Juan, escenario de guerra hasta hace unos meses. Desde el 2014, cuando el proceso de paz con las FARC avanzaba, empezó el repliegue de grupos organizados. Llegaron las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la Fuerza Pública con el mismo objetivo: controlar un río que tiene siete salidas al mar, estratégicas para el tráfico de armas, narcóticos y otras mercancías ilegales.

A finales del 2016, a causa de la intervención militar del gobierno, fueron desplazadas 30 comunidades negras y 24 pueblos indígenas de la zona en Buenaventura, la capital del distrito. No ha sido hasta el 2018 que las comunidades indígenas han podido volver a Chachajo.

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