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El Ayuntamiento de l'Ametlla de Mar, condenado a indemnizar a un grupo del vecinos por el ruido de tres locales de ocio

El consistorio tiene que pagar dos mil euros a cada denunciante y tiene que resolver en tres meses los problemas y molestias que generan los bares

Imagen de archivo del Ayuntamiento de l'Ametlla de Mar.

Ayuntamiento de l'Ametlla de Mar.Cedida

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El juzgado contención administrativo número 2 de Tarragona ha condenado en el Ayuntamiento de l'Ametlla de Mar (Baix Ebre) a indemnizar a los 12 vecinos de la calle Miguel de Cervantes que denuncian estar sufriendo molestias y daños morales, durante años, por ruidos de la música, los gritos y las peleas de los clientes, de tres locales de ocio de su calle, La Ruta, Pierrot y Fòrum. La sentencia dice que se han vulnerado «derechos fundamentales relativos a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad del domicilio por inactividad de la administración». La jueza falla a favor de los vecinos, a los cuales el Ayuntamiento tendrá que pagar 2.000 euros a cada uno, y da al consistorio 3 meses para resolver los problemas de ruido que se denuncian.

La jueza del contencioso 2 de Tarragona «ha ordenado» al Ayuntamiento de l'Ametlla de Mar que adopte las medidas necesarias, en un periodo de tres meses, para acabar con el ruido de los tres locales de ocio de la calle Miguel de Cervantes, que los vecinos han denunciado y que les provocan molestias desde hace años. También exige inspecciones en los locales, controles del aforo, sobre todo los fines de semana, y mediciones acústicas sin preaviso en los domicilios de los vecinos más próximos a los locales para comprobar si «las inmisiones ilegales han «cesado».

El auto también establece controles estrictos de los horarios de cierre y que se abran expedientes sancionadores en los locales de ocio que les incumplan y también si incumplen las normativas de ruido. La jueza concluye que «se adopten las resoluciones administrativas oportunas, incluido el planteamiento de trasladar los bares fuera del casco urbano».

La magistrada pide el traslado de la sentencia firme en la Fiscalía de Medio Ambiente de Tarragona por si el caso fuera constitutivo de un delito contra el medio ambiente y se puede incoar investigaciones penales» a los propietarios de los bares, al alcalde y los concejales, por «dejadez de funciones» delante de las «reiteradas denuncias» que se les dirigieron sobre los ruidos y las molestias que provocaba a los vecinos la actividad de los locales. «Es en su suma una conducta negligente y por omisión», concluye a la magistrada del contencioso.

Dieciséis años de quejas

Las primeras denuncias contra el Ayuntamiento de l'Ametlla de Mar por las molestias que causaban a los vecinos estos tres locales se remontan en el año 2003. Los vecinos volvieron a presentar quejas al consistorio el año 2006 y lo han seguido haciendo hasta el año 2017 «sucesivamente». En agosto del año pasado se presentó un requerimiento al Ayuntamiento por parte de los vecinos, con un listado de actuaciones que ayudaran a mejorar la convivencia. Se pedía en los locales que redujeran los ruidos, que no se permitiera la instalación de terrazas en la calle, que la Policía Local controlara la zona todas las noches para evitar desórdenes públicos y peleas, o que se repararan las paredes que se ensuciaban y se dañaban por parte de los clientes de los bares. Los vecinos también pedían indemnizaciones de 2.000 euros por daños morales y 500 euros más por aquellos que más lo han sufrido.

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