Licitan la concesión para la explotación del Limboo de Tarragona por un plazo de 10 años

El Ayuntamiento de Tarragona ha sacado a licitación la concesión para el uso privativo de la finca donde se ubica el local de ocio Limboo Beach Club, en los jardines del Parc del Miracle. Las empresas interesadas en explotar este espacio propiedad del ente municipal, podrán presentar sus ofertas hasta el próximo 14 de julio. El contrato de la concesión será por un plazo de 10 años y el canon mínimo anual que tendrá que pagar el nuevo concesionario será 9.230,40 euros. Esta cifra podría ser superior si las compañías que se presentan al concurso público proponen una mejora al alza. La adjudicataria también tendrá que prestar una garantía definitiva relativa a la conservación, gestión y explotación de las instalaciones, que asciende a 4.615,20 euros.

Una de las novedades que presenta el contrato es que el local del Miracle, que incluye una terraza de casi 600 metros cuadrados, podrá funcionar como bar-restaurante. Hasta ahora, sólo se otorgaba licencia de chiringuito. Hay que recordar que, el pasado mes de marzo, el Ayuntamiento cesó la actividad en Tucan, empresa gestionaba el Limboo, porque ofrecía un servicio de restaurante y bar musical, dejando de ejercer las actividades objeto de concesión en los términos y condiciones previstos en el anterior contrato. El nuevo documento, además, contempla que se puedan llevar a cabo actividades extraordinarias previstas a la normativa de espectáculos públicos y actividades recreativas, siempre que la adjudicataria haya obtenido la licencia correspondiente.
 

El concesionario se tendrá que hacer cargo de la instalación del bar-restaurante y los servicios y suministros que se deriven. Además, estará obligada a ejecutar y financiar, de forma exclusiva, las obras de construcción que ocurra, previa autorización municipal. La edificación ejecutada, todas sus instalaciones, dotaciones y servicios, así como las mejoras e innovaciones, revertirán al Ayuntamiento y quedarán en poder de lo mismo una vez extinguido el contrato. Cuando finalicen los 10 años de concesión, si el Ayuntamiento estima conveniente volver a licitarla, se podrá acordar la prórroga forzosa de la concesión hasta que resulte nueva adjudicación, o lo que decida el ente municipal si esta resultara en bancarrota, hasta un máximo de 1 año.

El Ayuntamiento se reserva la facultad de resolver unilateralmente la concesión en el caso de incumplir el pago de una anualidad del canon, sin derecho a indemnización por parte del concesionario. El consistorio, que vigilará y comprobará la correcta utilización de los bienes municipales y cumplimiento de su finalidad, tendrá el derecho de rescatar la concesión, resolverla por incumplimiento muy grave del concesionario o extinguirla por cualquiera de las causas previstas en el pliego de condiciones.

Desde el Ayuntamiento prevén que la nueva concesión para la explotación del espacio no se pueda adjudicar hasta en septiembre o en octubre. Por eso, desde abril, el consistorio autorizó el uso provisional de la finca municipal para que el Limboo pueda abrir este verano. Según fuentes municipales, aparte de la hasta ahora adjudicataria, Tucan, se han presentado más empresas por poder optar a la licencia a precario que otorgará el Ayuntamiento.

Ahora, se están evaluando las ofertas y, en las próximas semanas, se decidirá qué compañía obtendrá este permiso temporal. Como explicaron en su momento, se tomó esta decisión «por un tema de interés público y porque favorece la creación de nuevos puestos de trabajo».