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Restauración

La preferencia por los menús más baratos marca el retorno de las comidas de empresa en Tarragona

Algunos restaurantes aseguran que cada vez es más habitual que sean los mismos trabajadores los que organizan y pagan las comidas o cenas

Los restaurantes de la ciudad han recuperado el volumen de reservas previos a la pandemia, el de 2019.

La preferencia por los menús más baratos marca el retorno de las comidas de empresaACN

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El sector de la restauración celebra que, por fin, puede organizar de nuevo comidas de empresa sin restricciones. «Hemos vuelto a la normalidad, hemos recuperado el volumen de reservas del 2019, antes de la pandemia», asegura Javier Escribano, el presidente de la Associació d'Empresaris d'Hostaleria de Tarragona (AEHT). Eso sí, la de este año será una celebración más contenida, pero no para que haya menos alegría, sino porque los clientes están escogiendo los menús más económicos. Y es que en tiempo de inflación, la gente se lo piensa dos veces antes de gastar su dinero.

Escribano regenta el restaurante La Morada, donde ya no se puede reservar mesa ni el día 16 ni el 17 de diciembre, «están llenos desde hace días». En su caso, ofrece dos menús, uno de 25 euros y otro de 35: «Nadie ha cogido la opción cara». Una situación que se repite en otros establecimientos como el Sol Ric: «Ofrecemos doce opciones, pero la gente se decanta por los más baratos, que tienen un precio de unos 35 euros».

Por otra parte, han notado que «cada vez hay más grupos de trabajadores que organizan la comida o cena por su cuenta y se lo pagan ellos mismos». Una situación que corrobora el presidente del AEHT, quién afirma que «a raíz de la última crisis, muchas empresas dejaron de pagarlos y, con el paso del tiempo, eso es más habitual». Esta podría ser otra de las razones por las que se ha incrementado la preferencia por los menús más baratos.

En algunos restaurantes, sin embargo, los clientes han decidido rascarse un poco más el bolsillo. Sobre todo, en aquellos establecimientos donde se ofrecen tres menús diferentes. «Tenemos tres opciones que van de los 35 a los 40 euros y muchos escogen el del medio, puede ser una cosa psicológica», indica Àngel Pérez, uno de los propietarios de El Pòsit. «La gente está cogiendo los menús más económicos, nosotros tenemos cuatro que van de los 18 a los 35 euros y generalmente escogen el de 20», confesa Carles Badia, propietario de La Pepita, quien añade que «la gente se está cuidando más en salud».

Sin embargo, muchos establecimientos están satisfechos por como se presenta esta temporada y esperan dejar atrás los últimos dos años de restricciones por la pandemia. «La pasada Navidad teníamos más reservas que ahora, pero a última hora se anuló todo», comenta Isabel Requena, regente del restaurante De Vins. Todo indicaba que en el 2021 se podría hacer las comidas de empresa con normalidad, pero a principio de diciembre, el departamento de Salut desaconsejó la celebración de estos por la situación de la covid-19.

«Como mucho se pudieron hacer un 20% de las reservas que teníamos», lamenta Sandra Aris, comercial del restaurante Mas Folch. Esta Navidad, sin embargo, la historia es bien diferente. «Sobre todo piden para el día 16, la segunda opción es el día 2», explica. Además, afirma que los clientes prefieren organizar una cena antes que una comida. El propietario de El Pòsit añade que el día 23 también lo tienen lleno: «En noviembre ya teníamos los dos completos». «Los dos viernes antes de Navidad son los que más concentración de grupos hay, el resto de los días se van llenando poco a poco», añade.

Carles Llobet, gerente del restaurante Arcs coincide con Aris, y asegura que «el fin de semana más fuerte es el del 16 al 18. Durante la semana del puente de la Constitución no hay nadie y la siguiente coincide con Navidad, cuando las familias se reúnen». «Es una alegría para el sector del ocio ver que todo vuelve, en su medida, a la normalidad», celebra Llobet, que remarca que ofrece menús para vegetarianos y veganos por primera vez.

Pero no todos los establecimientos están satisfechos con el volumen de reservas que tienen hasta ahora. Uno de los responsables del restaurante Sol Rico comenta que no han llegado a los números que tenían antes de la pandemia, sobre todo porque «los grupos son de menos comensales, si antes eran unas 80 personas, ahora sólo son unos 30 o 50 como máximo. Estamos a un 70% de lo que teníamos en el 2019». El propietario de La Pepita, reconoce que, aunque vuelve a haber mucho movimiento de gente, «no se han recuperado las cifras prepandemia, estamos en torno a un 75%».

Aumentar o no los precios

«La situación ha mejorado mucho con respecto al año anterior, pero el incremento de los costes hace que no esta campaña no sea tan positiva», indica Leandre Campabadal, propietario de La Platja. Sin embargo, reconoce que han decidido no subir los precios de los menús para las comidas de empresa porque «también tienes que pensar en el bolsillo de los clientes, que tienen un límite». En cambio, otros establecimientos han decidido modificarlos. En el caso de Mas Folch los han incrementado un 10%. «Tienes que hacer un precio adaptado a la situación actual porque, si no, la gente no vendrá», comenta Javier Escribano. «Estas reservas suponen un 25% más de beneficios, pero teniendo en cuenta que se han incrementado los gastos, ganas lo mismo que un fin de semana normal», dice el presidente de la AEHT.

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