Diari Més

Municipal

El barrio del Port recupera sus fiestas a pesar de la situación económica

La presidenta de la asociación de vecinos, Mari Carmen Puig, lamenta que la zona continúe «deteriorada», «abandonada» y «con muchas carencias»

Una cercavila gegantera va ser l'acte de cloenda a les celebracions d'aquest cap de setmana.

El barrio del Port recupera sus fiestas a pesar de la situación económicaGerard Martí

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Ni la covid ni los problemas económicos de la asociación de vecinos pudieron evitar que, este fin de semana, se celebraran las fiestas del barrio del Port. Dos años tuvieron que esperarlos residentes antes de volver a salir a la calle, reencontrarse, abrazarse y asistir a la Despertada de la Cucafera. Nada los podía frenar ya. «Se han hecho unas fiestas más light , pero realmente han salido muy bien. La gente se ha animado y ha participado mucho», detalla la representante vecinal, Mari Carmen Puig, que destaca que la solidaridad de los comercios de la zona y de los ciudadanos fue clave para poder organizar los actos –se pusieron huchas en diferentes puntos para que, quien lo deseara, pudiera hacer un donativo.

El clímax de las fiestas llegó el sábado por la tarde. Hacía dos años que dormía, pero después de una larga letargia, la Cucafera despertó. «Creo que ha venido gente que no tenía nada que ver con el barrio y ha sido un ambientazototal», explica Puig. Calcula que más de 600 personas se concentraron en la plaza Prim para ser testigos del retorno de la bestia del mundo de los sueños.

Años de reclamaciones

Con todo, las fiestas fueron un oasis en medio del desierto. La asociación de vecinos lamenta que económicamente «no dispone de nada», una situación agravada por el cierre de su local por el derrumbe del techo, fruto de un escape de agua. Sin embargo, Puig critica que la zona está «deteriorada» y «abandonada». «Es un barrio con muchas carencias, muchos solares vacíos, en mal estado, con mucha suciedad y falta de instalaciones», comenta. Por otra parte, matiza que el barrio es «tranquilo, más de lo que la gente se piensa».

Puig critica que hace años que los vecinos esperan que se lleven a cabo tres proyectos incluidos en los presupuestos participativos, pero que hoy día todavía no son una realidad. Son los casos de la pintada de murales en el solar de la calle Smith, la instalación de equipamiento de gimnasia en la plaza de los Carros –«nos dijeron que se harían antes del verano o en verano», añade– y la adaptación de un lateral de este espacio para el tráfico de peatones, una actuación que se complementaría con la creación de zonas de juegos para los niños y la restricción del acceso a los vehículos los sábados, coincidiendo con el mercado de la Pagesia. «Ahora vieneagosto y es inútil hablar con una pared. Esperaremos a septiembre. Nos pondremos las pilas. Estoy convencida, porque la gente del barrio es de moverse. No vemos perspectivas de futuro», puntualiza la presidenta de la AVDA.

La última reclamación de los vecinos del Port es la reforma de la sede de la asociación. La avería que provocó el escape de agua ya está enmendada, pero el local se encuentra «en muy mal estado». La portavoz del barrio comenta que el proyecto de reparación ya «está hablado». A pesar de todo, asegura que, desde el consistorio, le comentaron que el tema se tratará de cara al 2023. «Lo único que espero es que esté antes de las elecciones. Si no, se quedará en un cajón», reconoce con resignación.

Puig agradece que siempre ha tenido «muchísima facilidad» para hablar con cualquier representante del gobierno de la ciudad, incluido el alcalde Ricomà. Pese a ello, considera que no se ha hecho «nada». «La facilidad de diálogo es muy, muy buena. Con respecto a las acciones, la cosa cambia», concluye.

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