La regresión de la platja Llarga por los temporales ha acercado el perímetro de Las Palmeras al mar.
Gerard MartíActualizada 26/05/2022 a las 22:02
La empresa considera que se la perjudicó en el cobro del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) por la consideración fiscal de las fincas como urbanas en lugar de rústicas. Según fuentes municipales, Fortuny, en ejercicio de sus funciones, aprueba anualmente un padrón fiscal que contiene cerca de 105.000 recibos, que se confecciona por el departamento gestor del impuesto de acuerdo con el padrón catastral tramitado en el Ayuntamiento por la Gerencia Territorial del Catastro.
Fuentes municipales aseguran que «en todo momento se ha procedido con toda legalidad la tramitación de los impuestos». Y añaden: «El IBI es un impuesto donde interviene el Estado fijando el valor catastral, mientras que el Ayuntamiento lo único que hace es aplicarlo según su ordenanza».
Este no es el único frente abierto que tiene Las Palmeras con el Ayuntamiento, ya que la empresa interpuso un recurso contencioso-administrativo después de que el consistorio parara un proyecto de restauración dunar de 500.000 euros para paliar los efectos de los temporales en la platja Llarga.
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