Sólo una tercera parte de los edificios de la Part Alta de Tarragona ha solicitado la ITE

La PartAlta es una de las zonas de Tarragona que acumula más edificios sin disponer de la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Sólo un 34% de los edificios del centro histórico que tendrían que tenerla se han inspeccionado. Por lo tanto, de los 936 edificios de la PartAlta que tienen que pasar la revisión, sólo 323 han sido inspeccionados y, de estos, la mayoría presentaban patologías como humedades producidas por cubiertas en mal estado, desprendimiento de rebozados de fachadas y, en algunos casos más graves, se requería intervenir en elementos estructurales o desprendimientos de losas de balcones. Así pues, en el centro histórico hay 613 edificios no revisados.

«En términos generales, se han hecho pocas inspecciones técnicas en los edificios en la Parte Alta, sólo se han hecho una tercera parte de las que se tenían que hacer», apunta Adolf Quetcuti, presidente del Col·legid'Aparelladors, Arquitectes Tècnics i Enginyers d'Edificació de Tarragona. El presidente de los arquitectos técnicos y aparejadores cree que se tendrían que haber concedido más subvenciones a los propietarios para hacer rehabilitaciones, ya que no todos se lo pueden permitir. «En la PartAlta puede haber propietarios que no tengan muchos recursos, personas mayores o personas con dificultades para mantener el edificio en su día a día y se les tendría que haber ayudado, para que a estas comunidades dispusieran de subvenciones o ayudas para poder pasar la ITE. Tendría que haber un régimen de subvenciones más importante, sobre todo para las personas a las cuales les es difícil poder hacer afrontar el coste de una ITE», dice.

El presidente explica que la Generalitat no ha aplicado ningún régimen sancionador con respecto a las ITE, hecho que no le parece mal, pero considera que, desde la administración catalana, también se tendría que incentivar y concienciar sobre los beneficios de que reporta tener la ITE pasada. «No sólo es un trámite administrativo, es una medida que permite a los propietarios, comunidades de propietarios o individuales conocer el estado de salud de sus viviendas», dice. En este sentido, Quetcuti considera que la sociedad se tiene que mentalizar de que es necesario pasar la ITE. «Cuando se tiene que pasar el ITV del coche, todos lo tenemos asimilado porque es un tema de seguridad, eso es lo mismo. Es un tema de mentalización, hace falta hacer rehabilitación para mantener los edificios en condiciones y no tener sustos», dice.

El representante de los arquitectos técnicos pone Gerona como ejemplo de rehabilitación de un casco antiguo y recalca que se tiene que conseguir que sea más fácil poder intervenir en estas casas de la PartAlta. «No hay nada más bonito que tener el casco antiguo de una ciudad rehabilitado, ordenado y arreglado porque eso te da la vitalidad de aquella parte antigua de la ciudad», apunta.

El barrio de Sant Pere i Sant Pau, de la misma manera que la PartAlta, es una de las zonas con menos ITE realizadas. De un total de 976 edificios que tendrían que haber sido inspeccionados en el barrio, sólo 29 lo han solicitado. Quetcuti atribuye estas cifras al hecho de que «está la concepción que Sant Pere i Sant Pau es todavía un barrio relativamente nuevo». Los edificios tienen que pasar el ITE a partir de los cuarenta y cinco años de antiguetat, cuando se entiende que pueden empezar a tener deficiencias que requieran una inspección.

Desde el COAATT se han mostrado optimistas por la aprobación que tuvo lugar ayer mismo del Real Decreto 853/2021 de 5 de octubre por el cual se regulan los programas de ayuda en materia de rehabilitación, muy focalizado también en la eficiencia energética. El decreto, que es un instrumento de recuperación basado en los fondos Next Generation EU que permitirá movilizar un volumen de inversión sin precedentes en el marco general del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España. Las obras incluirán todos los elementos encaminados al ahorro energético, como aislamientos, ventanas y los cambios en instalaciones eléctricas por energías renovables. Con esta medida, los edificios escogidos serán subvencionados con respecto a la elaboración del proyecto, la licencia de obras y se podrá abonar hasta un 60% del coste de la obra, siempre que sea demostrable la mejora que se ha llevado a cabo y cumpla con los requisitos establecidos. «Uno de los requisitos que pedirán para poder aspirar a esta subvención es tener la ITE y el certificado energético en vigor, a partir de aqui, se podrá demostrar que lo que se ha hecho ha reducido el gasto energético del edificio», apunta Quetcuti. «Estos fondos tienen que cambiar el concepto de las viviendas que actualmente no son eficientes. Promoverán el ahorro energético y se centrarán en los edificios más antiguos», explica. A pesar de ver muy positiva la medida, Quetcuti considera que las solicitudes aceptadas en Tarragona serán relativamente limitadas pero «las que lleguen serán buenas y positivas por la ciudad».