Diari Més
Àngel Òdena

Barítono y pregonero de las fiestas de Santa Tecla

«Con 'Rigoletto' salimos de la mediocridad que a veces hay en la ciudad»

El barítono tarraconense adelanta que en el pregón huirá de su espíritu crítico habitual para hablar de su ciudad de una forma más romántica

Acaba de debutar en Helsinki, hasta mañana está en Oviedo con Nabuco y actuará en Pekín en enero.

«Con 'Rigoletto' salimos de la mediocridad que a veces hay a la ciudad»Pep Escoda

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—¿Se había imaginado nunca ser pregonero por Santa Tecla?

—Nunca. El pregón es un acto solemne, si bien ahora es un poco más informal. Y yo no veo mucho en este tipo de acontecimientos. Soy del mundo de la farándula. No me lo habría imaginado nunca que podría ser el pregonero. Siempre pensamientos que hay otra gente que encaja más. Me hace mucha ilusión y a la vez lo encaro con responsabilidad y con muchas ganas.

—VCómo recibió la noticia?

—Teníamos una reunión por otras cuestiones y el alcalde me preguntó qué hacía el 21 de septiembre. Le expliqué que hasta el 18 de septiembre estaba en Oviedo y que en otoño se marchaba a diferentes ciudades, pero que en teoría estaba libre para el 21. Entonces me preguntó si querría ser el pregonero. Al momento le respondí con otra pregunta: ¿'Creesque lo sabré hacer'? Él me aseguró que sí y que estaría muy ilusionado que aceptara la propuesta y así quedamos.

—¿Ya tiene el texto del pregón preparado? ¿Qué nos espera?

—No quiero darle pompa, sino transmitir sentimientos de los tarraconenses de la calle, de aquellos que hemos vivido la ciudad y nos laamamos. Siempre he sido muy crítico con Tarragona, pero no quiero centrarme esta faceta durante el pregón. Hablaré de una manera más romántica sobre todo aquello de que representa para mí Tarragona desde bien pequeño. Mis padres eran los dos tarraconenses, yo también, mis hijos también han nacido en la ciudad si bien ahora no vivimos allí. Mi idea es relatar algunas de mis vivencias, que son las de muchos TTV -tarraconenses de toda la vida. Soy eso y no puedo imaginármelo de otra manera.

—¿Cuál es su momento preferido o imperdible de las fiestas de Santa Tecla?

—Soy un gran amante de los castillos. Me apasionan, me ponen la piel de gallina, me emocionan, me hacen llorar. Lo llevamos dentro y nos los sentimos muy nuestro. Todavía recuerdo como de pequeño mi padre me llevaba y me subía a hombros para poder verlos. Para mí, los castillos son lo más importante. Cuando era joven, las verbenas también eran fundamentales. ¡No me perdía ninguna! Ahora ya de mayor, con mis hijos hemos ido a ver muchas veces todas las actividades donde participa el Seguici, pero los castillos siempre serán para mí lo más importante.

—El pasado julio participó en el estreno de la ópera Rigoletto, la primera gran ópera producida íntegramente en Tarragona. ¿Cómo valora la experiencia?

—Hace años que he ido detrás de diferentes consejeros de Cultura del Ayuntamiento para impulsar una idea similar. En esta ocasión fue Carles Figuerola, el jefe de Gestión Cultural, quien me lo planteó y al momento nos pusimos a trabajar para sacarlo adelante. El Campde Martes un lugar idóneo para hacer este tipo de espectáculos y lo que no entiendo es como otras ciudades se lo pueden permitir y nosotros no. Más allá de cantar, dediqué muchas horas previas a la organización y lo hice por amor a esta idea, que es muy buena. Y así lo certifican el millar de entradas vendidas. Fue fantástico. Montamos una orquesta exclusivamente para esta función, donde más de un 70% de los músicos eran del territorio. Hay que destacar también que contamos con el apoyo total del alcalde, que en aquel momento todavía llevaba la cartera de Cultura, así como de la Diputación, la Generalitat y de varias empresas que aportaron gran parte del presupuesto. Fue una cantidad de trabajo, pero valió la pena.

—¿Sabe si hay voluntad de continuidad?

—Mi ilusión es que fuera así, que se hiciera cada año y que se ampliara con más fechas y funciones y crear un festival lírico en verano. Actividades como esta atraen a muchos visitantes. Hace más de 27 años que me dedico al mundo de la ópera y sé a ciencia cierta que hay mucha gente que viaja motivada por este tipo de acontecimientos. El alcalde tiene el compromiso de mantenerlo, así me lo ha manifestado en más de una ocasión. Pero evidentemente ha habido un cambio en la concejalía de Cultura, en así que habrá que ver cómo evoluciona. Para mí, sería un error dejar perder el impulso que conseguimos. Ahora bien, al día siguiente del estreno ya tendríamos que haber estado pensando en la del próximo año, porque, si no lo trabajamos con tiempo, no lo podremos sacar adelante. Lo más complicado de este tipo de proyectos es hacerlos la primera vez, porque tienes la incógnita de cómo saldrá a nivel artístico. Todo el mundo, tanto la gente de calle como críticos que vinieron, se dieron cuenta de que era una maravilla. Proyectos comoRigoletto permiten salir de la mediocridad que a veces hay en la ciudad y demostrar que en Tarragona se pueden hacer cosas profesionales, que podía estar aquí, en Barcelona, en Madrid o en París.

—Usted también es uno de los impulsores del Castellvell Musicfest.

—Hacen un gran esfuerzo, pero tienen una gran sensibilidad musical y artística, así que no puedo dejar de ayudarlos. Nos hace falta gente así. El festival tiene un éxito de público impresionante y sé que su idea es construir un teatro auditorio con una programación. Yo los animo mucho a hacerlo. De hecho, en el territorio tenemos muchos espacios buenos. Ahora lo que toca es llenarlos con una buena programación. Sería genial, por ejemplo, tener una orquesta sinfónica pública y profesional del territorio, que tuviera su temporada estable.

—Parece que el mundo local se está poniendo las pilas en esta arrancada cultural post pandemia y que está contribuyendo mucho, más allá de lo que hacen los grandes escenarios.

—Ciertamente, buena parte de la reactivación cultural ha venido mucho desde mundo local, y no sólo en la música clásica. Este verano se ha vivido un boom bastante importante. A la gente le ha apetecido mucho salir, ir a conciertos al aire libre y compartir momentos.

—¿Qué proyectos tiene por delante en los próximos meses?

—Mañana acabo Nabuco en Oviedo y hace unas semanas debuté en la Ópera de Helsinki. En octubre, tengo un par de conciertos en el territorio. Noviembre y diciembre estoy en Valencia haciendo Madame Butterfly. A finales de año, en Pamplona y teóricamente en enero tengo que actuar en la Ópera de Pekín a hacer Falstaff de Verdi. En febrero, vuelvo a Oviedo con una zarzuela y en marzo estaré en Tenerife, interpretando una ópera de un compositor contemporáneo argentino. Desde la Navidad pasada, no he parado y estoy contento.

—Acaba de debutar en Helsinki. ¿En qué otros escenarios le gustaría debutar y qué personajes u óperas le gustaría interpretar?

—Me gustaría mucho cantar al Covent Garden de Londres y a la Ópera de la Bastilla de París. Y con respecto a las óperas, me gustaría hacerSimón Bocanegra de Verdi. Todavía me quedan para hacer tanto de Verdi como de Puccini. Y también querría repetir algunas de las que he hecho.

—Por último, ha actuado en escenarios de todo el mundo. ¿Las emociones que despierta la ópera son universales o cambian según el público que se tiene delante?

—Evidentemente, hay lugares donde gustarán más un tipo de música que otro. Pero al final la ópera explica historias. Aunque tengan un talante historicista, no dejan de explicar las relaciones humanas de poder, de celos, de amor, de odio. Y eso gusta a todo el mundo.

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