Un escape de agua inunda el final de la calle Pont i Gol de Tarragona desde hace tres meses

El final de la calle de Pont i Gol presenta una imagen propia de un día de lluvia desde hace tres meses. Junto al A-7 y del parking del skatepark, un charco de agua inunda la zona próxima al puente que pasa por debajo de la autovía, lleno de vegetación, donde empieza un camino que llega hasta el Pont del Diable. Cuando menos, el agua no es de lluvia. Los vecinos de la zona sospechan que el escape proviene de la acequia agrícola del Francolí. Este escape de agua es un problema que ha ido teniendo episodios puntuales desde que se urbanizó la zona, hace una docena de años, pero este verano no se ha detenido en ningún momento, con todo lo que eso supone. A pesar de las demandas en el Ayuntamiento de Tarragona y a Ematsa para enderezar el problema, este todavía no ha encontrado solución.

«Hace tres meses que tenemos un escape y está toda la calle inundada, desde junio,» explicaba Mercè Omella. Esta vecina de la calle de Pont i Gol detallaba que «el agua busca un alcantarillado, y cuando lo encuentra y cae, hace mucho ruido. Especialmente durante las noches. Parece que tengamos un río al lado». Omella lamentaba el hecho de que haya «una calle inundada en la ciudad desde hace tanto de tiempo». La vecina recordaba que el problema no era nuevo, pero que este verano no ha tenido fin: «Ha pasado muchas veces con anterioridad, pero desde junio es continuado». Después de tres meses de escape, «cerca del puente es como una balsa, llena de agua,» decía Omella, que avisaba que «cuando se estanca, apesta mucho y hay muchos mosquitos».

El problema también perjudica los trabajadores y usuarios del jardín de infancia Paso a Paso Juan XXIII. «Los niños, cuando salen de los coches, tienen que pasar por encima del charco de agua, que llega incluso delante del jardín de infancia», criticaba Omella.

«Hoy por hoy, no tenemos ninguna solución», se quejaba la vecina de Pont i Gol. Los residentes de la zona han probado en reiteradas ocasiones de contactar con el departamento de Limpieza y el Teléfono Verde del Ayuntamiento de Tarragona y con la empresa de aguas municipal Ematsa con el fin de poner remedio a la situación, pero no han tenido suerte. «Ematsa nos dice que el agua no es suya y el Ayuntamiento que nos enviará a alguien, pero eso está inundado desde hace tres meses y no ha venido nadie en ningún momento», apuntaba Omella. De hecho, desde de Ematsa confirman que han recibido el aviso varias veces, pero que «han comprobado que el agua no proviene de la red de abastecimiento municipal». Así, los vecinos creen que el origen está en la acequia de las huertas del Francolí.