Los vecinos del Serrallo alertan de que se han quedado sin cajeros ni sedes bancarias

Los vecinos del Serrallo se tienen que desplazar hasta la calle Pere Martell como punto más próximo si quieren o necesitan retirar dinero en efectivo. Esta es una situación que se da desde hace un par de meses, cuando el último cajero del barrio marinero dejó de ofrecer servicio. La problemática se agrava teniendo en cuenta que la población del Serrallo es una de las más envejecidas de la ciudad. Así, tener que desplazarse durante unos minutos hasta encontrar una entidad bancaria es la tónica habitual desde hace semanas.

«No hay ningún cajero, ni ninguna entidad finanera. Han cerrado todas. No queda hacia el barrio», lamentaba David Martín en declaraciones en Diari Més. El presidente de la Asociación de Vecinos del Serrallo avisaba de que «la gente se tiene que desplazar como mínimo 10 minutos», hecho que, «para|por las personas mayores, es un impedimento importante en términos de movilidad». Así, los cajeros más próximos son los de La Caixa y BBVA en la calle Pere Martell. No existen muchas opciones más, ya que el Serrallo es un barrio encajonado por el Francolí y la vía del Tren, y en la zona del Moll de Costa no hay ningún local comercial. «Es complicado. También para los familiares de los ancianos, ya que no está al lado de su casa».

El último a cerrar fue el cajero de BBVA en la calle de Trafalgar ahora hace un par de meses. Hace aproximadamente medio año, La Caixa bajó la persiana de la sede bancaria en el barrio marinero. «Desde hace semanas que más de una persona, fuera grande o con familiares viejos, nos han manifestado su descontento con el abandono y falta de sensibilidad de las entidades financieras», detallaba Martín. De hecho, este es un hecho que se reproduce por todas partes cada vez más habitualmente, ya que los bancos encierran frecuentemente cajeros ante el crecimiento continuo de la banca en línea y la regresión del efectivo. Eso supone un problema especialmente para las personas mayores, que se ve condicionadas por sus limitaciones tecnológicas.

La Asociación de Vecinos del Serrallo está luchando por volver a tener cajeros y entidades bancarias en su barrio, pero las perspectivas no son positivas. «Lo pedimos a una de las entidades, pero lo pintaron bastante negro», detallaba Martín. El caso es que el banco en cuestión pedía poder disponer de algún local cerca del mar para instalar un cajero, pero sin pagar un alquiler. Finalmente no se pudo llegar a ningún acuerdo. «Si no les salen los números, no lo conseguiremos. Se tendría que encontrar alguna forma de buscar una entidad pública que les cubriera los gastos y no creo que este sea nuestro papel: que a fin de que una entidad privada financiera nos pongan un cajero tengamos que poner nosotros la solución», indicaba Martín.