No aprecia indicios de los delitos denunciados por la CUP el año 2016 sobre la tramitación del proyecto
La Audiencia de Tarragona ha archivado la denuncia contra el exconcejal de Urbanismo de Tarragona Josep Maria Milà y el constructor José Luís García por prevaricación y tráfico de influencias en la tramitación del macroproyecto urbanístico de la Budellera.
El acto de la Audiencia ratifica el sobreseimiento dictado por el Juzgado de Instrucción número 1 y tampoco aprecia indicios de los delitos denunciados por la CUP el año 2016 sobre la tramitación del proyecto urbanístico de más de 4.500 viviendas.
La denuncia de la CUP se sustentaba en los vínculos profesionales que habían mantenido Milà, arquitecto de profesión, y el constructor, presidente de la Junta de Compensación de la Budellera, antes que el concejal fuera concejal electo por el PSC.
A pesar de esta incompatibilidad, Milà votó en la Junta de Govern que aprobó inicialmente el proyecto, en septiembre del 2016, en vez de abstenerse.
Además, según denunció la CUP, el hijo de Milà, también arquitecto, era el interlocutor de García con el Ayuntamiento.
Con posterioridad en el voto en la Junta de Govern que aprobó inicialmente el proyecto, Milà se apartó de la tramitación del proyecto y lo sustituyó una concejal del partido.
La Audiencia de Tarragona no aprecia indicios de prevaricación porque el proyecto contaba con «informes técnicos y jurídicos favorables», la Junta de Govern lo aprobó por unanimidad» y se trataba de «uno acto de trámite que no tiene carácter ejecutivo».
El voto de Milà tampoco era determinante en la aprobación del proyecto urbanístico, por lo cual «no se refleja actuación burda».
Con respecto al tráfico de influencias, la Audiencia no aprecia «indicios que el señor García se prevaleciera de una relación personal o profesional con el señor Milà para influir en su decisión».
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