Vuelven a tapiar el antiguo hospital de la Virgen de la Salud de Tarragona para evitar ocupaciones

El departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya ha reforzado los accesos del antiguo hospital de la Virgen de la Salud. La intervención de ayer constó a tapiar una de las puertas de acceso al recinto popularmente conocido como Casablanca, que funcionó como sociosanitario hasta el 2005, momento en que este servicio se trasladó al nuevo edificio junto al Joan XXIII. Desde entonces, el edificio se encuentra abandonado. La actuación de ayer fue la segunda de este año, después de que hace unos meses se tuviera que tapiar una ventana. El antiguo sociosanitario tiene los accesos bloqueados desde que está en desuso, pero a menudo personas consiguen deshacer las tapias. La vigilancia constante del recinto hace que se eviten las ocupaciones de forma rápida y que los daños se arreglen en un plazo corto de tiempo.

«No han crecido los intentos de ocupación, por lo que estas no son habituales ni significativas», confirmaban ayer al DiariMés desde la empresa pública Gestión y Prestación de Servicios de Salud (GiPSS). En efecto, esta empresa –que depende del departamento de Salud de la Generalitat– es la encargada de gestionar el edificio del antiguo hospital de la Virgen de la Salud. Este, no obstante, es propiedad del departamento de Patrimonio, que no ha sabido encontrarle ningún uso desde que cerró las puertas ahora hace 16 años.

A pesar de la imposibilidad de darle vida de nuevo, en octubre de 2016 la dirección general de Patrimonio de la Generalitat llevó a la feria inmobiliaria Meeting Point hasta once edificios y solares que ofrecía en forma de alquiler, cuatro de los cuales estaban en Tarragona: la Ciudad de Reposo y Vacaciones, el antiguo Laboratorio de ensayo, los antiguos Juzgados y el hospital de la Virgen de la Salud. El alquiler del antiguo sociosanitario Casablanca se estimó en 1,8 millones de euros, con un plazo de 50 años. Cuando menos, en aquel momento no se consiguió encontrar ninguna entidad, empresa o persona que quisiera darle un uso.

El antiguo recinto hospitalario está vigilado y cuenta con una valla que lo delimita. Aunque se prohíbe el paso –excepto a personal de la Diputación autorizadoa aparcar delante del edificio–, los alrededores están llenos de restos que indican que a menudo es visitado por personas- Se pueden ver desperdicios como bolsas de plástico, latas de refresco o cerveza o colillas de tabaco. Además, el entorno del Casablanca está lleno de vegetación silvestre que ha ido ganando cada vez más espacio al cemento. En el interior ya no queda prácticamente material del antiguo sociosanitario, ya que se dio mayoritariamente a varias ONG cuando se cerraron las puertas. Aun así, el interior se encontraría en un estado de degradación importante.