Diari Més

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La presencia de un sin techo harta a los vecinos de la calle Pere Martell de Tarragona

Critican que hace sus necesidades en la acera y molesta constantemente a los peatones

Imagen del banco donde vive el indigente, a la altura del número 9 de Pere Martell, lleno de suciedad generada por él mismo.

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Los vecinos de la calle Pere Martell no pueden más. Hace aproximadamente dos años que un hombre sin techo se instaló en un banco que hay a la altura del número 9 y denuncian que constantemente hace sus necesidades y molesta e insulta a los peatones que pasan por la zona, con la imagen que eso comporta por los comercios y las molestias para los residentes de los edificios más próximos.

En este sentido, un vecino de la calle, Nicolás Marcos, asegura que a menudo viene una ambulancia o la Guardia Urbana. «La ambulancia muchas veces se lo lleva y lo deben llevar al hospital, donde lo limpian, pero siempre acaba volviendo,» señala Marcos, que añade que «ya no sabemos a quién pedir que haga alguna cosa, ya que hemos trasladado la queja al Ayuntamiento y desde Servicios Sociales dicen que no pueden atender ni retener a un indigente contra su voluntad». Parece que el hombre no se quiere dejar ayudar, pero el vecino reitera que «ha llegado un punto que para los vecinos y para los comerciantes es insoportable, y da un aspecto muy malo en una calle principal como Pere Martell, donde hay una estación de autobuses en la que llega mucha gente de fuera y el primero que ven es eso.»

Con todo, Marcos cree que «tiene que haber algún estamento que se haga cargo, o bien que cuando interesa a los políticos aprueban una ley rápidamente». Explica que un amigo del indigente siempre le lleva cervezas y cuando la gente le da dinero también se lo gasta en alcohol, mientras que cuando le dan un bocadillo lo tira. Además, Marcos advierte que algún día le pasará alguna cosa grave. «Estos días que ha llovido se refugiaba debajo el banco, con cuatro cartones, temblando. ¿Algún día nos lo encontraremos muerto y, entonces, de quien será la culpa»?, se pregunta el vecino.

En la línea de pedir una solución, Marcos defiende que «los vecinos de Pere Martell hemos cumplido avisando a la Urbana y al SEM, y estos han cumplido viniendo a atender al hombre. Ahora toca que el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, cumpla y encuentre una solución a este problema».

Paralelamente, algunas voces de las entidades tarraconenses que trabajan con los sensesostre manifiestan la importancia de la vivienda. Ponen este caso como a ejemplo, el de una persona que no se quiere dejar ayudar y que es adicta al alcohol y que si tuviera una casa, un lugar donde refugiarse, lo seguiría haciendo, pero sin la problemática de molestar a vecinos, peatones y comerciantes del barrio o la calle donde esté instalado. A pesar de todo, estas mismas voces son conscientes de la dificultad para encontrar vivienda social para estas personas cuando, lamentan, ya es difícil encontrar para familias afectadas por la crisis de la covid-19.

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