Diari Més

El reto que supone convertirse en empresaria en Tarragona en tiempo de pandemia

Tres tarraconenses explican cómo se han atrevido a impulsar o continuar unos negocios para los cuales han contado con ayuda municipal

León en el local donde ha abierto la Escuela de Dansa ATGN

El reto que supone convertirse en empresaria en Tarragona en tiempo de pandemiaGerard Martí

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La pandemia de la covid-19 ha traído con ella una grave crisis a nivel mundial. La mayoría de sectores económicos se han visto afectados, con mayor o menor medida, por las restricciones adoptadas para evitar que el virus se propagara. No obstante, ha habido quien ha visto con ánimos de impulsar un negocio a pesar de la complicada situación y, en Tarragona, hay quien ha contado con el apoyo de una subvención municipal para ayudar a iniciar este camino. Edna Rius ha abierto una consulta de psicología, Esther León ha continuado el legado de la histórica Escuela de Dansa Artis de Tarragona con la creación de la Escuela de Dansa ATGN y, finalmente, Ariadna Fàbregas ha tomado el relevo de Lucy Vicente y Anton Guasch y ha evitado que, al jubilarse estos, la mítica Casa Guasch acabara cerrando. Los Ayudas para fomentar el inicio de actividades económicas en la ciudad de Tarragona han ayudado a un total de 35 emprendedores en la ciudad, entre los cuales las protagonistas de este reportaje, con el reparto de 50.000 euros. De hecho, ayer se abrió la convocatoria de la segunda edición de esta subvención, con una partida presupuestaria que en esta ocasión se eleva a los 60.000 euros.

Rius es una ebrense que vino a estudiar a Tarragona, donde vive desde entonces. Al principio de 2020, en plena pandemia, decidió abrir una consulta de psicología en Tarragona. Explica que trabajaba de psicóloga en una empresa, en un centro de día y de profesora en la URV. «De la empresa me rescindieron el contrato y del centro de día no llegué a cobrar el ERTE, ya que priorizaban a la gente que no tenía trabajo y yo todavía tenía el de la universidad, así que vi que me tenía que espabilar,» recuerda Rius, que añade que «siempre había pensado tener una empresa, pero necesitaba un despacho y no tenía clientes». Fue entonces cuando vio que el Ayuntamiento de Tarragona ofrecía esta subvención y se dio cuenta de que los requisitos coincidían con su proyecto. Así, la pidió y la destinó al alquiler de un despacho, a crear una página web y a hacer publicidad de su negocio. «La ayuda, que fue de unos mil euros, me sirvió para cubrir muchos gastos que sin esta no hubiera podido asumir», comenta Rius, que explica, sin embargo, que ahora el siguiente paso es coger un local donde instalar su empresa y cree que quizás la ayuda le hubiera ido mejor por este motivo. Celebra, sin embargo, que ya tiene la agenda completa.

Por otra parte, Fàbregas explica que siempre ha sido bailarina y tenía mucha relación con la Casa Guasch, una tienda histórica de artículos de danza de la calle del Portalet número 1. Comenta que sus anteriores propietarios, Vicente y Guasch, vieron la oportunidad de jubilarse con el estallido de la pandemia de covid-19 y, a la vez, ella también vio que era un buen momento por decir que sí a la propuesta que le hicieron de continuar con el negocio. «Creo que se tiene que promover más la danza dentro del mundo de la cultura y pensé que continuando el legado de la Casa Guasch podría contribuir a que eso fuera así», explica Fàbregas, que reconoce que «no es lo mismo que abrir un negocio desde cero, pero siempre hay un riesgo, y ahora todavía más, con la covid-19». Con la subvención recibida ha pagado parte de la creación de una página web que todavía no está terminada y celebra también que, hoy por hoy, los números salen.

Finalmente, y todavía en el mundo de la danza, León, quien fue alumna de toda la vida de la Escuela de Dansa Artis de la calle López Peláez, decidió también continuar con el negocio después de que la última propietaria lo dejara. En este sentido, apostó por trasladar el centro a un local de delante, mayor, en el cual se pueden cumplir las medidas de seguridad, y en mejores condiciones. No obstante, explica que la inversión que hizo fue importante y que una parte la pudo pagar gracias a la ayuda municipal. Ahora se lama Escuela de Dansa ATGN y León explica que «empieza a ir mejor, ya que con las últimas restricciones hubo algunas bajas porque tanto alumnos como padres estaban cansados de tener que dar las clases en línea», aunque reconoce, también en su caso, la suerte de disponer de una clientela muy fidelizada. Para acabar, la directora de la escuela comenta que tienen un total de 175 alumnos y siete profesoras, que enseñan baile clásico, jazz, hip-hop, claqué y danza contemporánea, entre otros, además de hacer exámenes para la Royal Academy of Dance .

Ariadna Fàbregas con Eva Reventós, trabajadora de la Casa Guasch.

El reto que supone convertirse en empresaria en Tarragona en tiempo de pandemiaGerard Martí

Edna Rius, en el despacho donde ha abierto su consulta de psicología.

El reto que supone convertirse en empresaria en Tarragona en tiempo de pandemiaGerard Martí

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