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Reservas de hasta un año de espera para comprar una bicicleta en Tarragona

Desde que empezó la pandemia se ha disparado la demanda por este deporte, pero los fabricantes no han podido hacer frente y la oferta es muy baja

Albert Cifré en su tienda Teknibike de Tarragona con pocas bicicletas en el escaparate.

Reservas de hasta un año de espera para comprar una bicicleta en TarragonaGerard Martí

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Si alguien quiere comprarse una bicicleta adía de hoy en cualquier tienda de Tarragona, tendrá que reservarla y esperar unos cuantos meses, o incluso un año, aque le llegue. Es la consecuencia de la alta demanda por este vehículo desde que empezó la pandemia de la covid-19, y de la poca oferta por parte de los fabricantes, principalmente de Asia, que no han podido hacer frente. Todo empezó cuando, después del confinamiento domiciliario, las pocas opciones de ocio decantaron a muchísima gente a apostar por deportes y actividades al aire libre, y una de las que más triunfó fue el ciclismo. Casi un año después el colapso todavía existe y los vendedores de Tarragona lamentan no haber podido aprovechar el que habría estado el mejor año para el sector, precisamente por esta falta de stock. Donde sí que han notado un incremento importante de facturación, sin embargo, ha sido en el servicio técnico, porque el número de ciclistas ha crecido igualmente y mucho, ante la poca oferta, han tenido que sacar el polvo y poner a punto las bicis viejas.

Eduard Mariné, propietario de Mariné Bicicletes, asegura que «si hubiéramos podido vender lo que nos han pedido, habríamos triplicado las ventas, respecto a un año normal». Comenta que el motivo del poco suministro de bicis se explica «porque llevamos un año entero en el cual ha habido más demanda que oferta, y este desnivel sostenido ha acabado haciendo que la burbuja de no disponibilidad sea cada vez mayor». Mariné dice que hay mucha gente que, a pesar de no poder adquirir la bicicleta de manera inmediata, apuesta por reservarla. «Vendemos por reserva, bici que llega, bici que tiene un nombre asignado», y añade que «hace tres o cuatro meses que no recibimos una bicicleta que no sea por alguien que ya lo ha comprado». En este sentido, señala que «damos fechas de espera de semanas, meses e incluso de un año». Por otra parte, Mariné cree que la recuperación del stock de bicicletas en los comercios irá de la manodel retorno a la normalidad de la sociedad, a la cual todavía no le pone fecha.

El propietario de Mariné Bicicletes, situada en la avenida Principat d'Andorra de Tarragona relata que donde sí que han notado un incremento de la facturación de manera clara ha sido en el servicio técnico, de la misma manera que le ha pasado a Roman Fernández, de Ciclos Roman, que asegura que desde mayo hasta diciembre de 2020 «el trabajo que tuvimos en el taller fue una burrada». Explica que tiene reservas de modelos que pueden tardar entre 8 y 12 meses al llegar y lamenta que «se siente mucha impotencia porque sería el mejor año para vender bicicletas, pero por la falta de stock no lo podemos hacer y el número de ventas aumentará exponencialmente, claro está, pero será de una manera tan dilatada en el tiempo que no nos daremos cuenta de ello».

Con respecto al tipo de bicicleta que ha protagonizado este aumento de la demanda, Fernández apunta que principalmente han sido las que se encuentran entre los 300 y 800 euros, con que son las de una gama más bien de iniciación a este deporte y las de montaña. Por otra parte, el propietario de Ciclos Roman, situada en la calle de la Iglesia, señala que el precio del transporte de las bicis de Asia, donde se fabrican, en Europa se ha duplicado. No obstante, calcula que, «si repartes este incremento del coste entre las bicis que caben en un contenedor, te sale a unos 10 euros por cabeza, cuando hay modelos de gama media que su precio ha aumentado entre 80 y 100 euros».

También habla del incremento del precio de algunas bicicletas, Marc Miguel, propietario de Megabici, que calcula que ha sido de un 10% aproximadamente. En su caso asegura que sí que han notado un aumento de la facturación por la venta de bicis, a pesar de la poca oferta. «Hemos vendido un 30% más que otros años, aunque las que llegan ya tienen propietario porque las han reservado de hace tiempo», señala Miguel. El dueño de dos establecimientos, uno situado en la calle de Vidal i Barraquer y el otro en Miami Playa, asegura que se tardará mucho a regularizar el stock. Explica que durante la segunda mitad de 2020 ya hicieron pedidos de bicicletas para tener ahora y que actualmente ya están haciendo para tener durante el 2022. «Hacemos pedidos aleatorios, guiándonos por los modelos más vendidos», comenta. Finalmente, señala que la demanda ha estado principalmente en bicicletas de «iniciación, pero buenas, que rondan entre los 500 y 600 euros, aunque cuando estas se agotaron la gente estaba dispuesta a pagar hasta los 1.000 euros».

Por su parte, Alberto Cifré, propietario de Teknibike, asegura que también ha aumentado la demanda de materiales y accesorios y que, con respecto a las bicis, «nos llegan a medida que el cliente hace la reserva y hay esperas de cinco y seis meses». Recuerda que desde que acabó el confinamiento domiciliario hasta diciembre vendieron más de 50 bicis, «y porque no había más», y asocia esta alta demanda al hecho que «la gente tiene ganas de libertad y una manera es haciendo deporte al aire libre». Por otra parte, relaciona la poca oferta con «los retrasos tanto en transporte como en las fábricas, el parón por la pandemia, el retorno a la producción y no hay líneas de montaje para abastecer todas las marcas y tiendas de bicicletas, la demanda ha sido muy bestia».

Finalmente, el trabajador de una tienda de bicis de los barrios de Ponent de Tarragona asegura que «teníamos el stock previsto para todo el año, pero una vez se ha vendido ya no ha habido reposición de bicicletas y el hecho de haber notado el aumento de la demanda, pero sin poder vender ha comportado una situación muy incómoda». En este sentido, lamenta que «es una falsa sensación de trabajar, porque realmente trabajamos muchísimo, informando y explicando a los modelos de bici a los clientes, pero no vendemos nada».

El trabajador explica también que actualmente están en contacto con los distribuidores y «los plazos de entrega que nos ofrecen son larguísimos». En este sentido, señala que están haciendo reservas por bicis que llegarán dentro de seis meses. Finalmente, y de la misma manera que el resto de establecimientos, relaciona la alta demanda con las ganas de salir de la gente. «Sólo hay que salir un fin de semana por los espacios verdes de Tarragona para darse cuenta de que están llenos de gente haciendo deporte, y la mayoría que está interesada en comprar bicis ahora son de montaña e iniciación».

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