Diari Més

Los tarraconenses celebran la mona al aire libre pero con grupos más reducidos

El Parque Francolí, el Puente del Diablo y las playas han sido algunos de los espacios escogidos por muchas familias para pasar el día y aprovechar el buen tiempo

Anderson González (derecha) pasando el Lunes de Pascua con los familiares más próximos y aprovechando el buen tiempo en la playa de la Arrabassada de Tarragona.

Los tarraconenses celebran la mona al aire libre pero con grupos más reducidosGerard Martí

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Después de no poder hacerlo en 2020 a causa de la pandemia, muchos tarraconenseshan apostado este año por comerse la mona de Pascua al aire libre, aunque en grupos de familiares y amigos mucho más reducidos, tal como marcan las restricciones y para evitar el contagio de la covid-19. El ParcFrancolí y el Pontdel Diable, dos de los espacios más clásicos para celebrar la tradición, han acogido varios grupos de familias, mientras que el buen tiempo también ha hecho que otros escogieran las playas de la ciudad.

A primera hora del mediodía ya había algunas familias en el ParcFrancolí, a la vez que se veía mucha gente que accedía con las respectivas monas. Las mesas de picnic se han llenado todas y otra gente ha preferido instalarse en el césped. Es el caso de Loli Velasco y Patricio Cárdenas, que han ido con sus hijas, Nerea y Noa. Velasco ha explicado que «acostumbramos a venir aquí para celebrar la mona porque está muy bien y este año parece que hay menos gente que otros años, muchos deben haber preferido ir a la playa». También estaba Carlos Gómez, con familiares y amigos. «Estamos viviendo la mona de una manera diferente respecto otros años, nos hemos juntado los más próximos. Y aquí en el ParcFrancolí se está muy bien, es agradable y está muy limpio».

Hacia las 13 horas también se ha empezado a ver bastante movimiento en torno al Pontdel Diable. El aparcamiento lleno de coches ya vaticinaba lo que se encontraría en el espacio natural: familias para celebrar la mona y excursionistas, muchos de los cuales se han encontrado, a los pies del acueducto romano, con una de las sesiones de cuentacuentos organizadas por el Patronato de Turismo para acercar el patrimonio de la ciudad a los más pequeños durante las vacaciones de Semana Santa. Con respecto a la zona de picnic, a aquella hora ya había casi todas las mesas ocupadas. Xavi Cros ha ido con su familia. Mientras comía, ha explicado que «ya hemos venido a comer la mona al Pontdel Diablo varios años y hoy queríamos ir a Santes Creus, pero las zonas de barbacoa están precintadas, por lo tanto, hemos decidido venir aquí con la comida hecha y pasar el día». Aunque había movimiento, Cross ha señalado que «se está más tranquilo que otros años». Por su parte, Isaac Serra también ha apostado por ir a la zona del acueducto con hijos y amigos. «Ahora hacía tiempo que no veníamos a pasar el día de la mona aquí, pero siempre nos hemos reunido con familiares y amigos en otras zonas de Tarragona», ha comentado, y ha añadido que «está bien porque es un espacio al aire libre y puedes aprovechar para hacer excursiones». Serra ha celebrado que «hemos cogido un día que hace bastante bueno» y ha lamentado que «con la pandemia ha cambiado todo mucho, no nos podemos juntar mucha gente, hemos venido con las personas más próximas». Finalmente, espera que «de cara al año que viene supongo que se arreglará y podremos hacer más cosas con más normalidad».

Por otra parte, aunque en las playas de la ciudad y de otros municipios de la Costa Daurada había bastante afluencia, este lunes no se han visto tan llenas como el fin de semana, ya que muchas familias de otros lugares ya habían vuelto a su casa. En las playas de Tarragona, donde mucha gente ha aprovechado para ir a tomar el sol, pero casi nadie se atrevía a entrar en el agua, grupos puntuales de familiares y amigos han apostado por pasar el día y comer la mona. Es el caso de Anderson González, en la Arrabassadacon los parientes más próximos. «Normalmente lo celebrábamos en parques, pero este año con la covid hemos decidido venir sólo nosotros ala playa, que hay más espacio y el tiempo acompaña. Tampoco se puede hacer mucha cosa más», ha explicado el joven, que compartía también que la festividad ha cambiado mucho con la llegada de la covid-19. Por su parte, la reusense Cristina Victorio, que también ha decidido ir a la Arrabassadacon pocos familiares, ha recordado que «siempre hemos ido de camping para celebrar la mona, pero ahora, con la pandemia, hemos decidido venir a la playa».

En la playa Llarga también había varios grupos de familias comiendo la mona. Sandra Urbano y Jordi Sánchez, que viven en Sarral, han explicado que vinieron a la playa la semana pasada y «como vimos que estaba muy bien, hoy hemos vuelto para pasar el día». Sánchez ha dicho que «siempre lo celebrábamos en el pueblo y nos juntábamosunos 40 o 50 amigos de varios grupos, pero este año, como no nos podemos juntar, lo celebracada uno con los familiares más próximos». Finalmente, Rubén Torres, con sus ahijados, ha explicado que «siempre hemos venido aquí a la playa Llarga y este año, a pesar de la pandemia, no hemos cambiado de espacio porque aquí estamos al aire libre, corre el aire y no hay ningún problema».

Rubén Torres con sus ahijados y la mona en la playa Llarga.

Los tarraconenses celebran la mona al aire libre pero con grupos más reducidosGerard Martí

Isaac Serra, con familia y amigos, disfrutando de la mona en el Pont del Diable.

Isaac Serra, con familia y amigos, disfrutando de la mona en el Pont del Diable.Gerard Martí

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