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Seguridad

Vecinos de la Parte Alta evitan una nueva ocupación en la calle de Mediona

Tres jóvenes estaban forzando la puerta del número 22 cuando algunos residentes los asustaron con gritos

Imagen de la puerta que los tres jóvenes intentaron forzar.

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Algunos vecinos de la calle de Mediona evitaron el sábado un nuevo intento de ocupación ilegal en la Parte Alta de Tarragona. Según explica el presidente de la Asociación de Vecinos Catedral, Jordi Ferré, que vive en esta calle, tres jóvenes estaban forzando la puerta del número 22 con una barra de hierro cuando, un vecino que lo vio, avisó a otros residentes a través de WhatsApp.

Eran en torno a las 23.15 de la noche, cuando salieron y, con gritos, consiguieron asustar a los jóvenes, que huyeron corriendo. Ferré asegura que llamaron a la Guardia Urbana que rápidamente se personó en el lugar de los hechos, pero los agentes del cuerpo de seguridad municipal no tuvieron que actuar porque los chicos ya se habían marchado.

Según el presidente de la entidad vecinal, en las últimas semanas los residentes han evitado otras ocupaciones, por ejemplo, en la calle de las Moles y en la calle de Compte. En este segundo, intentaron ocupar un edificio que está en muy mal estado estructural, según Ferré, y fueron los vecinos del bloque de delante los que, al ver lo que pasaba, consiguieron también asustar a los individuos. Además, en el local que hay al lado del edificio en el cual intentaron entrar el sábado, que el acceso está tapado con maderas, Ferré explica que se han introducido en más de una ocasión, «pero se acaban marchando porque es un local vacío y con muchas humedades».

Aunque la Parte Alta respira más tranquila desde que se consiguió desalojar el número 7 de la calle Ferrers, uno de los núcleos principales de conflictividad durante mucho tiempo en el barrio a causa de los ocupas, Ferré explica que los intentos de ocupación por parte de jóvenes es constante, en gran medida por la cantidad de viviendas vacías que hay en la zona. «Por eso todos estamos muy al acecho y entre los vecinos nos comunicamos mucho a través de WhatsApp, de manera que cuando alguien ve algo sospechoso rápidamente intervenimos llamando a la Guardia Urbana o tratando de evitar que ocupen», explica Ferré, que asegura que «estamos las 24 horas del día, sin ánimo de lucro, controlando que no se produzca ninguna ocupación ilegal en la Parte Alta».

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