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Medio Ambiente

Arte y pedagogía nacidos de la limpieza de plástico de las playas tarraconenses

El artista Jordi Llort caza desde hace dos años pèl·lets, un tipo de microplástico, a partir del cual hace máscaras y paisajes

Jordi Llort, con su hijo Lluc, recogían plástico ayer en la playa Llarga de Tarragona.

Arte y pedagogía nacidos de la limpieza de plástico de las playas tarraconensesOlívia Molet

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El artista tarraconense Jordi Llort limpia desde hace dos años las playas de la ciudad. Especialmente en las de la zona de Levante, Llort caza con bastante regularidad microplásticos, aquellos que son difíciles de distinguir de la arena a simple vista. El pèl·let, un tipo de combustible granulado aglomerado a base de biomasa, se ha convertido en uno de los principales reclamos por el artista, a partir de los cuales ha elaborado máscaras y representaciones de paissatges.

Como muchos fines de semana desde hace un par de años, ayer Llort caminaba al lado de su hijo Lluc por la playa Llarga con el objetivo de limpiar la arena de plásticos. No sólo aquellos de dimensiones fácilmente detectables –como tapones de botella, puntas de parasoles o una curiosa capa de Batman-, sino especialmente los más pequeños. «El otro día cacé 14 kilos de pelo·lets», aseguraba Llort, quien se definía como un«plastic hunter ». Este tipo de plástico, no mucho mayor que la arena, no es reciclable. Por este motivo, el artista se los lleva a casa, donde pasan una cuarentena y un proceso de elección antes de acabar en el taller. Allí, Llort se ha dedicado a elaborar máscaras y recreaciones de paisajes marinos distópicos con la determinación de «concienciar e informar» a la ciudadanía de la gran presencia de este material en muchos espacios litorales de todo el mundo.

Las 'llevantades' de los últimos meses han propiciado que los sedimentos de las playas tarraconenses se removieran, propiciando así que la cantidad de pèl·lets en la superficie se multiplicara. Paradójicamente, «los efectos del cambio climático nos están ayudando a cazar más microplásticos», detallaba Llort, que tildaba de «ironía» el hecho de que «el mar devuelva todo aquello que invertimos». Además de ser contaminantes, con el paso del tiempo los pèl·lets acumulan componentes y microorganismos, cosa que hace que el plástico se acabe hundiendo en el fondo del mar, en palabras del artista tarraconense. Llort también destacaba como de contradictorio es el hecho de que «la gente se siente a hacer el vermú para disfrutar de un paisaje natural, y lo hace poniéndose encima de unos plásticos contaminantes».

Los pèl·lets pueden llegar a tener una duración de hasta 500 años antes no se descompongan, aunque el mar desacelera su degradación: «He llegado a encontrar plásticos en la playa de hace medio siglo», lamentaba Jordi Llort. El artista recopilación los pèl·lets con la ayuda de Lluc, su hijo, alumno de la escuela El Miracle. De hecho, Llort impartirá un taller para los alumnos del colegio en el cual los estudiantes tendrán que hacer arte a partir de los microplásticos.

Una recogida difícil

La caza de microplásticos se ve muy acondicionada por su medida y por los accesos a la arena, ya que «en muchas playas las máquinas de limpieza no pueden entrar, y las que lo hacen se llevan plásticos de gran volumen», indicaba Jordi Llort. La medida máxima que los mecanismos pueden llegar a recoger es la de un tapón, por lo que el artista se ayuda de uno col·lador convencional para limpiar la arena de pelo·lets. Este material hace años que se acumula en el litoral tarraconense, ya que es un tipo de plástico muy habitual en la fabricación, exportación e importación dentro de la industria petroquímica.

Por este motivo, Llort tiene la ambición de mejorar la recogida de pelo·lets y hacer una recogida más eficiente. El artista –ilustrador y diseñador gráfico de formación– de momento se encuentra buscando la colaboración de ingenieros industriales. Actualmente ya existe una máquina para llevar a cabo la acción, elaborada por la empresa Nurdel, sin embargo «es libre de derechos y la queremos mejorar», por lo que Llort la considera un punto de partida. Para el tarraconense, la maquinaria «tendría que tener un rodillo sin motor, ya que tiene que pesar muy poco». Mientras tanto, Jordi Llort y su hijo Lluc seguirán limpiando el litoral de Tarragona manualmente.

Los pèl·lets, pequeños, difíciles de distingir de la arena de la playa.

Arte y pedagogía nacidos de la limpieza de plástico de las playas tarraconensesOlívia Molet

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