Los servicios sociales de Tarragona prevén que se doblará el número de usuarios en los próximos meses

El Instituto Municipal de Servicios Sociales de Tarragona (IMSST) y la Universitat Rovira i Virgili (URV) han elaborado un estudio sobre el impacto social de la covid-19 en Tarragona. El trabajo, hecho a partir de más de 600 encuestas, prevé que el número de usuarios de los servicios sociales se doblará en los próximos meses. Tal como han explicado los responsables del servicio, el análisis tiene que permitir diseñar estrategias y políticas públicas para permitir anticiparse a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad. No sólo en cuestiones materiales, como entrega de alimentos, sino también al mismo tiempo de dar atención psicológica que permita evitar que las patologías se cronifiquen y se conviertan en problemas de salud más graves.

A finales del 2020, el IMSST explicó que a raíz de la pandemia había crecido el número de usuarios de los servicios sociales en 12.000 familias y que ya atendían un 10% de la población tarraconense. Las encuestas realizadas por los investigadores a personas de todas las edades indican que un 22% tendrá que recurrir a los servicios sociales en los próximos meses. Por franjas de edad, los jóvenes de 18 a 24 años y las personas entre 45 y 64 son las que más tendrán que recurrir a la asistencia de la administración.

Eso obliga el IMSST a tomar algunas medidas. La consejera de Servicios Sociales de Tarragona, Carla Aguilar-Cunill, ha recordado que de entrada se ha incrementado el presupuesto para este 2021. Aparte, en los últimos meses se ha ampliado la plantilla a nueve personas, con el fin de agilizar los trámites y dar una respuesta más rápida. La consejera también ha adelantado que se pondrá en marcha un punto de asesoramiento para personas que sufran pobreza energética.

El informe apunta que un 8% de los encuestados prevén que necesitarán ayuda de los servicios sociales pero que intentarán no recurrir. Por eso, desde el consistorio defienden que hay que comunicar más y mejor el trabajo que hacen a la ciudadanía, también para eliminar estigmas. «Los servicios sociales tienen que ser universales y nos tenemos que sacar los prejuicios. Todos podemos caer en la exclusión social en algún momento», ha indicado Jèssica Cantos, técnica del Plan Local de Inclusión y Cohesión Social de Tarragona. En este sentido, el estudio saca una conclusión positiva, como es que un 83% de las personas de entre 18 y 64 años tienen una red relacional sólida, un porcentaje que se reduce al 77% en el caso de los mayores de 65 años. Para la doctora Ramona Torrens, que ha participado en la elaboración del informe, «Tarragona manifiesta una red importante» y «eso hace que la gente no piense tanto en los servicios sociales».

Por otra parte, Torrens ha expresado que la covid ha evidenciado que hacen falta unos servicios sociales más transversales, ya que los ciudadanos tienen problemas laborales, sanitarios o emocionales. En este último aspecto, el estudio concluye que en todos los grupos de edad la gente se siente peor ahora que antes de la pandemia y los investigadores han alertado de que un deterioro de la salud mental en muchos casos comportará un empeoramiento de la salud física.

El estudio se hizo entre mayo y junio del año pasado y hace referencia a los efectos de la primera ola de la covid. La voluntad es que el estudio sea dinámico y, por lo tanto, se prevé una segunda ronda de encuestas de cara a marzo para analizar el impacto de la segunda y tercera ola del virus.