Diari Més

Movilidad

«Hace falta una ciudad en que la gente con movilidad reducida pueda ser igual de autónoma que el resto»

Dos testimonios relatan las dificultades con las barreras arquitectónicas

Imagen de Gemma sin poder circular por una acera.

«Hace falta una ciudad en que la gente con movilidad reducida pueda estar igual de'autónoma que el resto»Cedida

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Tarragona está llena de barreras arquitectónicas que no permiten que la gente con movilidad reducida se puedan mover de la misma manera que lo hace el resto. Aceras estrechas con farolas en el medio, alcorques que ocupan gran parte de estas o la falta de rampas que obliga a la gente con silla de ruedas a ir por la calzada son algunas de las dificultades que hacen que la ciudad no sea inclusiva.

Lourdes Cadena colgó hace unos días una fotografía en las redes sociales de su hija, Gemma, de 16 años y con silla de ruedas porque sufre parálisis cerebral, en la cual se observa que no puede transitar por la calle Robert Gerhard porque hay una acera con una farola que la hace todavía más estrecha de lo que ya es. «La imagen no es para hacer una denuncia, sino que simplemente para poner el foco en este problema», lamentaba Cadena, que añadía que «estamos cansados de buenas intenciones, que sólo son papel mojado, sino que hacen falta voluntad política y recursos para ponerse manos a la obra y hacer una Tarragona más accesible para todo el mundo. Hace falta una ciudad en que la gente con movilidad reducida esté igual de’autónoma que el resto». Cadena asegura que se encuentra con problemas como este en la calle Real, con los alcorques de los árboles, y al paseo de la Independencia, donde para ir del Serrallo al Parc Central lo tienen que hacer por la calzada porque no pueden subir a la acera. «Se tiene que trabajar y el Ayuntamiento tiene que hacerlo efectivo, hay técnicos y trabajadores para hacer estas cosas, si no, ¿Por qué sirve el consistorio si no trata de mejorar la vida de las personas que viven en el municipio?. Es bastante inoperante en general, el Ayuntamiento, a la hora de hacer cambios reales», lamentaba finalmente Cadena.

Quien también tiene estos problemas de movilidad es Carles Balañá, quien va con silla de ruedas a causa de un accidente. Enumeraba una serie de lugares de Tarragona donde las barreras arquitectónicas no le permiten la accesibilidad. Es el caso, por ejemplo, de la pasarela del Miracle. «Cuando acabas la pasarela y llegas a la calle Pons d'Icart, las aceras son estrechas y no tienen rampa, tenemos que ir por la calzada y es muy peligroso», denunciaba Balañá. También explicaba que para ir de la plaza de los Carros al otro lado de la vía del tren, en lugar de hacer una rampa sólo hicieron escaleras y un ascensor «que nunca funciona y ya he desistido. Tengo que ir a dar la vuelta a la gasolinera del Serrallo». Sobre esto, lamenta que es doblemente grave, porque antes de hacer esta actuación sí que podía cruzar la vía por el paso de nivel, y ahora no. Finalmente lamentaba también que en las aceras de Cós del Bou no tienen rampa y tiene que circular por el medio de la calle.

tracking