Diari Més

La hostelería de Tarragona califica las últimas medidas de «cierre encubierto»

Algunos restauradores de la ciudad valoran la opción de bajar la persiana hasta la primavera porque «quizás sale más a cuenta»

Restauradors de la ciutat ja estan anul·lant les poques reserves que tenien per les festes de Nadal.

La hostelería de Tarragona califica las últimas medidas de «cierre encubierto»Gerard Martí

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El sector de la hostelería considera que las últimas restricciones decretadas por el gobierno de la Generalitat para frenar la propagación del virus que afectan bares y restaurantes son un «cierre encubierto». Así lo asegura el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Tarragona Ciudad, Javier Escribano, quien critica que «estas nuevas medidas no tienen ningún sentido».

Al menos hasta el próximo 11 de enero, los establecimientos sólo podrán permitir la entrada de clientes –en un 30% del aforo en el interior y en un 100% en la terraza– entre las 7.30 y las 9.30 horas para desayunar y entre las 13 y las 15.30 horas para comer. El resto de día sólo podrán servir para llevar. En primer lugar, Escribano lamenta que con esta reducción de los horarios «todo el mundo vendrá a la misma hora y es más probable que haya aglomeraciones». No obstante, como los negocios tendrán que seguir cumpliendo con las limitaciones de aforo, desde el AEHTC califican las nuevas medidas de «cierre encubierto», ya que «los clientes estarán desanimados porque le complican mucho que vaya a desayunar o a comer». En este sentido, Escribano considera que de esta manera, como el gobierno no obliga los establecimientos a cerrar, «ya tienen la justificación para no darnos ayudas, pero sólo podré abrir con el 30% del aforo y durante 5.30 horas al día».

Por otra parte, el presidente de la agrupación de empresarios del sector hostalero se pregunta qué sentido tiene no poder abrir para hacer cenas, «si cumpliendo las medidas marcadas es lo mismo que dar el servicio de las comidas», reiterando que «lo están poniendo difícil a los clientes para que ya no vengan». «Si se guardan las distancias y los límites de aforo, que más da que se prolongue en el tiempo», añade Escribano. El líder del sector explica que, a nivel de toda Cataluña, se están organizando diferentes protestas, principalmente en la plaza Sant Jaume de Barcelona, ante el Palau de la Generalitat.

Jordi Vilaplana, propietario del restaurante Entrecopas, situado en la Parte Alta, ve «fatal» las nuevas restricciones. Considera también que se trata de un «cierre encubierto, ya que con tantas restricciones conseguirán que la gente no quiera o no pueda venir.» En esta línea, Vilaplana lamenta que ya ha tenido que anular unas cuantas reservas que tenía para las fiestas de Navidad y asegura que paraFin de Año ya ha decidido que no abrirá.

Por otra parte, Julio Rebeneque, copropietario del Racó de l'Abad, también en el casco antiguo de la ciudad, se muestra preocupado por«la falta de información y de coherencia a la hora de decretar estas restricciones». Como sus compañeros de oficio, cree que es un cierre encubierto, «sino, ¿qué otra explicación hay? Así nosotros seguimos pagando impuestos y ellos no se tienen que hacer cargo de los ERTO ni de las ayudas por cierre». Rebeneque también asegura recibir constantemente cancelaciones de las reservas por estas fiestas. «Me han llamado paraanular a la mitad de las reservas que tenía el día de Navidad y Sant Esteve», lamenta, que cree también que «han aplicado estas restricciones para que la gente ya no venga». El responsable del restaurante de la Parte Alta critica que «nos están llevando a la ruina, nos sacan todo lo que teníamos y ahora todavía tendremos que aguantar cuatro meses que siempre son muy complicados para el sector hasta el verano, que ya veremos quién llega vivo». Al respecto, Rebeneque asegura que «nos estamos planteando cerrar hasta de cara a la primavera, ya que quizás nos sale a cuenta o al menos llegaríamos con menos deudas que si seguimos abiertos.»

Finalmente, otro empresario de hostelería de Tarragona, Santi Scaltritti, califica las restricciones de «farsa». El propietario de los restaurantes Filosofia i Alvocatcritica que estas nuevas limitaciones «son una falacia para evitar y contrarrestar la posibilidad de pedir ayudas, poniendo medidas ineficientes y sin criterio» y señala que «ya dejaron abrir la hostelería con un montón de restricciones inexplicables para cobrar los impuestos del último trimestre de 2020».

Scaltritti lamenta también que «han permitido la apertura de centros comerciales con las aglomeraciones que eso puede comportar por las compras de Navidad y ahora nos dicen a nosotros que sólo podemos ofrecer desayunos durante dos horas», recordando que «una panadería o un horno de pan podrá vender café y bocadillos y el resto de la hostelería se verá ahogado bajo estas restricciones sin ningún tipo de sentido». El propietario de los dos restaurantes tarraconenses acaba criticando que, además, «el transporte público sigue siendo un descontrol con respecto al aforo».

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