Casi un tercio de los locales comerciales y de oficinas de la calle Unió están cerrados

El próximo sábado, día 31 de octubre, cerrará de manera definitiva sus puertas a los clientes la tienda Punto Roma, una de las más veteranas de Unió. Desde hace años, esta calle ha ido perdiendo peso específico en el ámbito comercial de la ciudad, cuando hasta la década de los ochenta fue un lugar de visita casi obligado para hacer compras.

De los 64 locales situados a pie de calle, destinados en su gran mayoría en establecimientos comerciales, pero también en oficinas y entidades bancarias, prácticamente una tercera partes están cerrados. A la derecha de la calle en sentido descendente, entre la Rambla Nova y la Mitja Lluna, hay una treintena de locales, de los cuales 21 están activos y 9 se mantienen a la espera de que llegue un nuevo emprendedor dispuesto a abrir un establecimiento. En el margen de la izquierda, son 24 los locales que mantienen la actividad y 10 los que permanecen cerrados. El 1 de noviembre la relación numérica habrá cambiado a favor de los locales vacíos, que pasarán a ser 20, enfrente de los 44 que seguirán abiertos. En aquella fecha Punto Roma ya habrá pasado a formar parte de la historia comercial de esta calle. Se da la circunstancia de que el local situado en el número 1 y que hace esquina con la Rambla Nova también está cerrado desde hace tiempo.

Además de establecimientos comerciales, en la relación hay desde bancos en una academia de idiomas, una farmacia o una oficina del Ayuntamiento que ocupa un local donde hubo una oficina bancaria. Zapaterías, negocios vinculados a la restauración y a la casa son las especialidades más presentes.

La situación en que se encuentra la calle Unióes un reflejo de qué sucede en buena parte del centro de la ciudad. La Rambla Nova también se está desertizando comercialmente y son muchos los locales que esperan tener nuevo inquilino. Sin ir más lejos, el pasado 17 de septiembre fue el último día de actividad de la firma Massimo Dutti. A inicios del último mes de julio esta redacción se hizo eco de la radiografía comercial de la Rambla Nova. En aquellas fechas, el número de locales cerrados a la principal calle de la ciudad ascendía a 19. Según datos que hizo públicos Eixos.cat, observatorio que ofrece información a los agentes económicos que operan en el territorio, en Tarragona estaba, el pasado verano, más de 1.500 locales comerciales cerrados. De este, cerca de 600 están en la zona centro de Tarragona y a la PartAlta.

A pocos metros de distancia, en la isla de peatones de las calles Comte de Rius, Sant Agustí, Augusty plaza Verdaguer la situación empieza a parecerse en la de Unió. Hace dos semanas bajó la persiana un establecimiento de restauración que estaba localizado en la plaza Verdaguer. La situación se arrastra desde la crisis económica que se inició en el 2007 y que dejó a muchas víctimas por el camino. Ahora se añade los efectos negativos de la pandemia de la covid-19. Estos dos aspectos que inciden en la economía de Tarragona, sumados, repercuten de manera muy negativa, ya que son pocas las personas que se atreven a invertir en la apertura de un negocio. Más bien sucede todo el contrario, a que muchas se ven obligadas a cerrar porque los números han dejado de salir, a pesar de haber sido establecimientos emblemáticos de Tarragona.