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Ricomà mantiene suspendidas las actividades culturales porque «hace falta un dique de contención durante 15 días»

El alcalde de Tarragona pide a Ponsa que respete sus competencias municipales

El alcalde Ricomà durante su intervención y, en el fondo, la concejala Cinta Pastó.

El alcalde Ricomà durante su intervención y, en el fondo, la concejala Cinta Pastó.Olívia Molet

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El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, se mantiene firme en la decisión de cerrar los espacios culturales de la ciudad hasta el 31 de octubre. En declaraciones en el ACN, Ricomà justifica la medida porque «hace falta undique de contención de quince días» que, dice, no supondrá «un gran desastre» para la cultura. Ahora mismo, para el alcalde lo más importante es evitar aglomeraciones y desplazamientos con el fin de frenar la propagación del coronavirus. «Tomo la decisión a conciencia, soy un firme partidario de la cultura segura y lo hemos demostrado con la programación de este verano», ha asegurado. Ricomà también ha pedido a la consellera Àngels Ponsa que sea respetuosa con sus decisiones y competencias municipales, después de que calificara de«incomprensible» la suspensión.

«Es una medida muy meditada y pensada», ha razonado Ricomà. Según el alcalde, no se ha suspendido toda la actividad cultural, sino sólo las masivas, ya que se han celebrado actos de pequeño formato de Tarraco Viva. «Hemos puesto en stand-by la programación de nuestros espacios que mueven centenares de personas. La Generalitat nos dice que tenemos que evitar que la gente salga de casa y se reúna», ha afirmado.

Por esta razón, ha señalado que el Ayuntamiento tiene que hacer todo aquello que les permita «allanar» la curva, evitando aglomeraciones y desplazamientos innecesarios de la ciudadanía. «Nadie tiene más ganas que yo de poder levantar todas las restricciones», ha valorado. En este sentido, ha remarcado que la ciudad ha disfrutado de una amplia programación cultural este verano, con la celebración de las fiestas mayores de Sant Magí y Santa Tecla, con conciertos en el teatro Auditorio del Campde Mart, con jazz, programaciones a los barrios o con el reciente Festival Internacional de Teatro. «El sector cultural de Tarragona es el que puede tener menos queja porque durante todo el verano ha trabajado», ha dicho.

Aunque reconoce que el cierre es una medida «controvertida» dice que se ha tomado para «defender la ciudadanía y la cultura». «Estamos hablando de hacer uno dique de contención de quince días, que no se puede extrapolar un gran desastre. De hecho, afecta mucho pocas actuaciones y obras que haremos el posible para reprogramarlas», ha subrayado Ricomà.

En respuesta a la consellera de Cultura, Àngels Ponsa, que en una entrevista en el ACN considera «incomprensible» que Tarragona haya decidido suspender las actividades culturales programadas, el alcalde tarraconense ha respondido de que él es muy respetuoso con las decisiones que se puedan tomar desde el Departamento de Cultura. Y ha pedido ser «respetuoso» con las decisiones que pueda tomar con las competencias municipales.

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