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Medio Ambiente

El Valle del río Glorieta exige la creación del Parque natural de las Montañas de Prades

La figura jurídica de parque natural permitiría regular las actividades, ya que, a estas alturas, Alcover sigue restringiendo el acceso para frenar la masificación

Punt d'entrada al camí de l'ermita del Remei a Alcover, ahir.

La Vall del río Glorieta exige la creación del Parque natural de las Montañas de PradesGerard Martí

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El Ayuntamiento de Alcover y otros municipios de la Vall del río Glorieta –como Capafonts, Mont-ral y la Riba– exigen que se cree el Parque natural de las Montañas de Prades, una figura jurídica que permitiría regular la actividad y garantizar la protección medioambiental de este espacio. La necesidad de declarar el Parque de las Montañas de Prades se ha puesto en evidencia más que nunca con el fenómeno de masificación que se ha producido en la zona durante la crisis por la covid-19 y que los ayuntamientos tienen que encajar tanto bien como pueden.

Era cerca de las dos cuando, ayer, al control de acceso en el camino de la Ermita del Remei d'Alcover –punto de inicio para llegar al Nido del Águila o hacer la ruta de la Vall del río Glorieta- no paraban de entrar o salir grupos de personas. El pasado 11 de julio, en plena desescalada, el Ayuntamiento de Alcover extremó las medidas de acceso al camino de la Ermita del Remei para evitar la masificación de este espacio natural. Durante los fines de semana el acceso al parking del Mas d'en Forès está cerrado, así como los días en que se activa el Plan Alfa 2 de riesgo de incendio forestal. Entre semana la zona de aparcamiento continúa abierta, pero se ha reducido su capacidad hasta las sesenta plazas. Desde entonces, se controla la entrada en el camino de la Ermita del Remei: sólo se dejan pasar a cien personas.

Las medidas para evitar la masificación y, de rebote, el incivismo, ha conseguido reducir la masificación en la zona. Así y todo, los alcaldes, entre ellos el de Alcover, Robert Figueras, piden ayuda para regular la actividad. «Tenemos que preservar nuestro entorno, mucho más durante el verano cuando hay riesgo de incendio y hemos conseguido reducir la afluencia de personas que iban a la Vall. Es cierto que mucha gente sigue aparcando en el pueblo, pero hay que ya no llega ni a aparcar», explica Figueras. El alcalde asegura que han disfrutado de refuerzo para controlar la entrada en el camino por parte de los Mossos d'Esquadra, de la Guardia Civil y de los Agentes Rurales. Cuando ninguno de los cuerpos lo puede hacer, se encarga una empresa de vigilancia.

Según Robert Figueras, las medidas de control «han sido muy necesarias» para evitar el perjuicio en la zona. «No me gustaría tener que cerrar el acceso al Río Glorieta, es nuestro punto turístico, pero es evidente que el alud de personas e incivismo ha hecho necesarias todas estas medidas», subraya. Y es que, según el alcalde, de incivismo, en la Vall del Río Glorieta, han visto de todo tipo. «No sólo dejan suciedad, residuos. Te encontrabas grupos de gente con música en los altavoces a un volumen altísimo, animales domésticos corriendo por la Vall sin atar y de los que no recogen sus deposiciones...», detalla el alcalde de Alcover.

Figueras anuncia que se aprobarán nuevas ordenanzas para regular la actividad en la zona, pero cree que la problemática no acabará con una normativa municipal sino que lo tendría que hacer con la declaración como Parque de las Montañas de Prades. «Se aprobó el inicio de la Agencia catalana de la naturaleza en el Parlamento y esperamos que sea efectiva. Sin impuestos que ayuden a engrasar las arcas, a la administración pública se le hace imposible gestionar tantos parques naturales. Pero con la implementación de un impuesto relacionado con las emisiones de CO₂ se podría revertir el recaudado en la conservación de los parques», añade Robert Figueras, quien reconoce la complejidad de gestionar un parque natural tan grande como el de las Montañas de Prades, el cual abarca veintidós municipios, cinco comarcas y dos provincias. «Su extensión no tendría que ser una excusa para que sea efectivo. Se tiene que poder regular esta masificación, su vigilancia,» puntualiza.

«Ahora mismo estamos actuando en la zona con criterios que no son objetivos. Querríamos realizar el simulacro con el departamento de Interior para cuantificar el número real de personas que puede aceptar la Vall en caso de un incendio. El simulacro está diseñado y aprobado y estamos hablando con Protección Civil, pero con la explosión de Iqoxe primero, a principios de año, y el confinamiento por la covid-19, se tuvo que aplazar», recuerda.

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