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Salud

«Llevarlos al hotel ha sido un éxito, pero no todo ha sido de color rosas»

El esfuerzo de las gericultores ha sido inmenso

Carme Puigdengoles, directora de la Residència Llevant.

«Llevarlos|Traer al hotel ha sido un éxito, pero no todo han sido flores y violas»Cedida

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El objetivo principal de llevar a los usuarios de la Residència Llevant al Hotel Núria, que era el de alejarlos de un entorno de riesgo, se ha cumplido: ninguno de ellos se ha contagiado. No obstante, las gericultores, que son las auxiliares de enfermería de las residencias, del centro de la Xarxa Santa Tecla, reconocen que han tenido que hacer un gran esfuerzo porque la infraestructura de un hotel es muy diferente de la que están acostumbradas.

«Es un edificio de tres plantas y las habitaciones y los lavabos no están adaptados para lo que comporta el cuidado de una persona mayor», explicaba Carme Puigdengoles, directora técnica de la Residència Llevant. Además, Puigdengoles, decía que un hotel «es muy frío» y recordó que, al llegar, decoraron las habitaciones con las fotografías que tenían en Llevant, «para dar un poco de calor a los residentes y que se sintieran como casa». No obstante, la directora relataba que «nos habituamos un poco y conseguimos crear como una burbuja para evitar que el virus pudiera entrar».

Aunque ningún paciente se ha contagiado de la COVID-19, la directora aseguró que alguno de ellos tuvieron febrícula o tos, «y entonces generábamos el protocolo de aislamiento». Puigdengoles explicó que «a más de dos cribados a 10 residentes y 10 trabajadores en abril, hicieron pruebas PCR a todos los residentes y a todos los trabajadores a finales del mismo mes y, afortunadamente, salió todo el mundo negativo, hecho que nos dio mucha fuerza y alegría, ya que nos daba miedo que hubiera algún caso asintomático».

En este sentido, la directora de la residencia reconoció que lo pasaron todos muy mal. «El mes de abril fue muy duro, ya que era el pico más alto de la pandemia y teníamos mucha angustia por lo que pudiera pasar», recordaba. Además, cuando ya hacía tiempo que estaban en el hotel y todavía no había habido ningún caso de coronavirus, las trabajadoras tuvieron claro que, a partir de entonces, la única manera que entrara el virus era a través de ellas. Por eso, se concienciaron de que tenían que ir con mucho cuidado y tomaron todas las medidas de seguridad. «Entendimos que, si nos cuidábamos a nosotros, los cuidábamos a ellos», sostenía Puigdengoles.

La directora explicaba que para los residentes también ha sido muy duro el hecho de no poder ver a sus familiares. «Hay un vínculo muy fuerte entre trabajadoras y residentes, algunos hace 15 años que viven en Llevant, y el hecho de estar tan juntos ahora ha provocado que sustituyeran la carencia familiar con nosotros», decía. Además, Puigdengoles también tenía muy claro que la comunicación con los familiares era muy importante y, por eso, «creamos un grupo con los familiares para explicarles la situación en todo momento, queríamos que vieran que estaban todos bien».

Ya han devuelto en la Residència Llevant y la directora cree que «es una decisión acertada hacerlo ahora que parece que todo está más tranquilo». Antes de marcharse sin embargo, trabajadoras y residentes, demostrando el afecto mutuo y como cierre de esta etapa, compartieron una paella para comer. «El traslado ha ido bien y están contentos de estar en la residencia, que la consideran su casa,» decía finalmente Carme Puigdengoles.

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