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El jardín de infancia del Serrallo no puede acoger a todos los niños y priorizará los de los padres que trabajan

Los Jardines de Infancia Municipales abren el lunes con 5 alumnos por aula

Las trabajadoras de la LLIM Arrabassada preparando los juguetes.

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Los Jardines de Infancia de Tarragona abrirán, finalmente, el próximo lunes 1 de junio, tal como estaba previsto. Así se informa en una carta del InstitutMunicipal d'Educacióde Tarragona (IMET) que, desde ayer, ya se está enviando a todos los padres y madres de los alumnos. En esta, se indica que «para garantizar la seguridad de todo el mundo, los grupos serán reducidos y de cinco niños, pero serán estables y con la misma educadora durante todo el tiempo. El horario será de 9 a 13 horas. Esta organización permitirá una atención más individualizada y un acogimiento de los niños después de estos tiempos sin ir al hogar».

Los grupos tan reducidos, de sólo 5 niños, tendrán que estar, además, en espacios diferentes dentro del hogar. Esta medida hace que uno de los hogares de la ciudad tenga problemas para acoger a todos los niños cuyos progenitores han mostrado su voluntad de traerlos el mismo lunes. Se trata de la LLIM El Serrallo. La directora del centro del barrio marítimo, Sandra Maza, explica que del total de 53 niños que van al hogar, hay 18 que, a través de una encuesta enviada a los padres, han mostrado interés por empezar el día 1 de junio. «El problema es que sólo tenemos 3 aulas, con lo cual sólo podemos acoger a 15 alumnos», lamenta Maza, que añade que en estos casos «tenemos la directriz de priorizar a los niños de familias que trabajan presencialmente». En caso de que los padres de los 18 niños hagan trabajo presencial, explicala directora, será el IMET quien decidirá qué hacer.

Por su parte, la directora del Jardín de Infancia Municipal Cèsar August, Susana Pavón, explica que el resultado de la encuesta a las familias fue de 72 niños del total de 107 que no vendrían, mientras que los 35 restantes estaban interesados en empezar el lunes. «Tenemos 7 aulas y, por lo tanto, podemos acoger a los 35 alumnos», señala Pavón. La directora explica que reabrirán el hogar con todo el equipo educativo, excepto aquellas maestras que, por un motivo o por otro, pertenecen a un colectivo de riesgo.

Las trabajadoras de los hogares municipales han estado esta semana preparando la reapertura de los centros para el lunes, aunque no fue hasta ayer que se supo que la fecha no se alargaría más. En la LLIM Arrabassada, por ejemplo, entre el martes y ayer estuvieron organizando los espacios y los juguetes para cada grupo de niños. «No hay que tener muchos juguetes si sólo serán grupos de 5 y además hay que desinfectarlos constantemente», explica Núria Ibern, a la directora. En total, en la Arrabassadahay 12 familias que quieren que su niño empiece el lunes, aunque podrían acoger hasta 25, ya que tienen 5 espacios. «En la primera encuesta que hicimos había unos 25 niños y niñas interesados, pero en una segunda encuesta, en la que puntualizamos que el horario era de 9 a 13 horas y que no había comedor, las familias disminuyeron hasta 12», explica Ibern. De hecho, en la carta enviada por parte del IMET a las familias, asegura que sólo «podremos ofrecer el comedor en el jardín de infancia Cèsar August y al jardín de infancia Sant Pere i Sant Pau a partir del día 8 de junio, e iremos incorporando el comedor al resto de hogares tan pronto como sea viable (a partir de la segunda semana de junio). Con comedor, el horario será de 9 a 15 horas».

Por su parte, Cristina G., madre de una pequeña de 3 años, lamentó que al llamar al IMET «nos han informado de que las familias tenemos que esperar a recibir una carta antes del lunes donde nos dirán si podemos llevar a los niños o no, pero los padres que trabajamos necesitamos saber con más celeridad qué haremos a partir del lunes, para organizarnos y saber qué apoyo tenemos que buscar, por ejemplo si hace falta que busquemos un canguro para cuidar de nuestros hijos, no es tan fácil encontrar a alguien de confianza». «Entendemos que la situación es complicada pero las familias necesitamos saber con qué contamos para poder conciliar» añadía finalmente la madre.

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