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Solidaridad

«Los niños echan mucho de menos a los abuelos que visitábamos en la residencia»

El grupo de madres Tecletes explica cómo mantienen el vínculo con los abuelos el #Projectehoritzons durante el confinamiento y como lo están viviendo los niños

Imagen de archivo de los niños con los abuelos de la residencia que forman parte del Projecte Horitzó.

«Los niños echan muy de menos a los abuelos que visitábamos en la residencia»Cedida

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El primer martes de cada mes, la Residencia de abuelos de Mercè acogía un encuentro muy especial. Los abuelos y familias que formaban parte del Projecte Horitzonscompartían una tarde donde tenía lugar un intercambio generacional que empezó ahora hace seis años.

«El #projectehoritzons es una de las actividades más bonitas que hacemos en #tecletes. Un martes al mes madres y niños visitábamos a un grupo de abuelos en la residencia, entonces podíamos jugar al dominó, a cartas, a hacer puzzles, a explicar cuentos o incluso hemos dado conciertos de música», explica Maruxa Roel, madre y coordinadora deTecletes de esta iniciativa.

La situación actual ha interrumpido repentinamente este intercambio y ha generado tanto en los niños como en los adultos muchos sentimientos confrontados. «Hemos sufrido mucho por ellos, ahora aunque no los podemos visitar sabemos que se encuentran bien y eso nos tranquiliza», explica Maruxa que cada semana recibe el informe del centro sobre la situación de los usuarios. Para trasladar ánimos a los abuelos confinados, las familias hicieron un vídeo lleno de optimismo y arco iris con mensajes de los niños. Las profesionales del centro mostraron el vídeo en una tableta cada abuelo. «Se emocionaron mucho de recibir este mensaje y nosotros también al saberlo», describe Maruxa. Los niños han creado un fuerte vínculo a los que llamas«nuestras yayos molones» y en esta iniciativa queda patente.

Además del vídeo, desde el grupo de madres Tecletes realizaron un llamamiento con el fin de reunir material y poder llevarlo al centro. Dos empresas del Port les facilitaron mascarillas y otros materiales que llevaron para sumar su granito de arena. Entre las anécdotas que explica Maruxa, está la que protagoniza Cinta Pla, de 98 años y usuaria del centro de día, que dedica horas, como acostumbraba a hacer, a pintar los dibujos que regalará a los niños cuando puedan reencontrarse.

Desde Tecletes, apuntan que «aunque ahora todo se hace difícil, estamos orgullosos del vínculo que se ha creado entre niños y personas mayores, porque a veces parece que esta relación entre generaciones no se pueda dar en nuestra sociedad», reflexiona. Tanto abuelos como niños esperan con ilusión el momento de reencontrarse y abrazarse, y aunque todavía pueda tardar, el vínculo creado porHoritzons, se mantiene intacto y no se olvida, aseguran.

El #tastetconfinat

Las Tecletes no se detienen y además de su proyecto con los abuelos, para estas fechas tenía lugar El Tastet de Sant Jordi donde unos días antes de esta Diadda, llenaban la Plaça dels Carros de libros, música y actividades para que los más pequeños disfrutaran con tranquilidad del placer de descubrir cuentos. Tenía un marcado cariz social dado que los libros dados a la entidad por parte de autores y editoriales eran entregados a familias con menos recursos. Este año, esta iniciativa también quedó anulada. Sin embargo, las madres han querido mantener el espíritu de la jornada con una selección de los libros hecha por los mismos niños. «Cada niño se fotografía con su libro preferido y lo compartimos en las redes», explica Judit Montserrat. Las Tecletes quieren seguir motivando el consumo de literatura infantil y animan a hacerlo en comercios locales y de proximidad.

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