Colapso informático en el primer día de reparto de mascarillas en farmacias

El mensaje que enviaron ayer los farmacéuticos era claro: que nadie vaya a buscar la mascarilla gratuita si no tiene que ir a trabajar o si no la necesita urgentemente. Parece que mucha gente no hizo caso de este mensaje porque el sistema electrónico de recetas a través del cual se dispensa la mascarilla, y con el cual se registra cada pieza que se entrega para que la Generalitat de Catalunya las pueda ir reponiendo a medida que se agoten, se colapsó hacia las 10 de la mañana. ¿El motivo? Pues que en total, entre ventas de medicamentos y entregas de mascarilla, se tramitaron 110.000 en una sola hora. Eso supone casi 20.000 veces las ventas que se hacen en una hora un día normal, que son 6.000.

Esta caída del sistema duró toda la mañana y parte de la tarde, y provocó lentitud a la hora de dar la mascarilla gratuita o el medicamento. Además, en diferentes farmacias de Tarragona se formaron colas que duraron prácticamente toda la mañana. «Ha habido una demanda excesiva», explicaba Joaquim Nolla, presidente del Col·legi Oficial de Farmacèutics de Tarragona (COFT), que añadía que «ha pasado lo que dijimos que había que evitar, ya que tenían que adquirir la mascarilla aquellos que la necesitan para ir a trabajar y no la gente que sigue confinada en su casa».

En este sentido, Nolla quiso recordar que «la primera mascarilla es gratuita, aunque vayas el primer día como al cabo de tres semanas, ya que recibirla a través de tu tarjeta sanitaria hace que el reparto sea a todo el mundo por igual». El presidente del COFT también destacó que «las medidas más útiles para evitar contagiarnos de coronavirus son la higiene de manos y guardar una distancia de dos metros con otras personas. La mascarilla sólo sirve para no contagiar a los demás en caso de que uno sea positivo y, por lo tanto, si sigues confinado, no es estrictamente necesaria». No obstante, Nolla reconoció que los farmacéuticos no pueden hacer de policías y «si nos viene una persona a buscarla, se la tenemos que dar, pero queremos educar en este sentido para que la vengan a buscar cuándo realmente la necesiten».

La Farmacia Fullana de la calle Colom de Tarragona fue uno de los establecimientos que más trabajo tuvo durante la mañana de ayer en la ciudad. «Ha venido muchísima gente, cerca de 300 personas durante toda la mañana,» explicaba un trabajador de la farmacia, quese peleaba con el sistema informático mientras atendía a DiariMés. «Ha habido gente que ha tenido que esperar hasta 10 minutos para poder adquirir su medicamento por culpa del colapso», añadía.

El farmacéutico aseguró quela mayoría de la gente que fue a buscar la mascarilla lo hacían aprovechando que iban a comprar al Mercat Central, por ejemplo, y que realmente no la necesitaban. «Quizás sólo han venido a buscar la mascarilla tres o cuatro personas que realmente la necesitaban, y muchos que tenían que ir a trabajar llamaban antes a la farmacia para saber si la podríamos entregar y le teníamos que decir que no porque había caído el sistema», lamentaba el joven.

Finalmente, el trabajador de la Farmacia Fullana reconoció que hubo colas en las puertas del establecimiento durante toda la mañana, y que al final «les decíamosque si venían a buscar la mascarilla sin necesitarla urgentemente que se marcharan».

En la misma línea, la propietaria de la Farmacia Miró de la Canonja, Piler Miró, aseguraba que «hemos tenido que atender a los clientes con mucha lentitud, por cada venta o entrega de una mascarilla tardábamos 10 minutos, y como por seguridad sólo dejamos entrar de dos en dos, mucha gente ha tenido que esperar haciendo cola fora mientras llovía». Durante toda la mañana, Miró contabilizó a cerca de 200 clientes. «Por suerte nadie se tuvo que marchar sin su medicamento, aunque tuvieron que esperar un rato y, además, a las 14 horas queríamos cerrar pero todavía había cola y no podíamos dejar gente sin su medicamento, ya que lo necesitaba de manera urgente», explica a la farmacéutica.

De la misma manera, Àngels Dronda, propietaria de la Farmacia Dronda de la avenida Vidal i Barraquer de Tarragona, aseguró que «ha sido una mañana muy intensa, contrariamente a lo que queríamos desde las farmacias, que era que la gente viniera a buscar las mascarillas a medida que las necesitara.» En este sentido, Dronda lamentó que «nos han desbordado y el sistema de receta informática ha claudicado».

La farmacéutica explicaba a esta redacción que llegó a la farmacia hacia las ocho y media, para preparar la entrega de las mascarillas, y aseguraba que a aquella hora, cuando todavía quedaban 30 minutos por abrir, ya había un puñado de personas haciendo cola. «El sistema nos ha empezado a fallar hacia las 10 de la mañana y después ha funcionado de manera intermitente», relataba Dronda, que celebraba que «a pesar de no tener que esperarse nadie se ha marchado sin mascarilla o medicamento». Dronda, que señalaba que el sistema no aguantó porque no se hizo caso de las advertencias y que si no hubiera habido una avalancha como la que ha habido, hubiera funcionado mejor, lamenta que incluso hubo clientes que «se han enfadado porque no les dábamos su mascarilla».

Por la tarde, las farmacias pudieron recuperar el sistema informático de manera inestable gracias a una primera intervención. Según afirmó la portavoz del Govern, Meritxell Budó, durante la rueda de prensa telemática de ayer al mediodía, esta primera intervención permitió restablecer la receta electrónica y el Govern esperaba que una segunda intervención sirviera para dejar el sistema «en pleno funcionamiento».