Diari Més
Consol Bosch

Coordinadora del Grupo de Trabajo de Pérdidas y Procesos de Duelo

Sociedad

«En la situación actual, estamos aprendiendo nuevas formas rituales de despedida»

Desde la Delegación de Tarragona del Colegio Oficial de Psicología de Catalunya (COPC), Sonsol Bosch, coordinadora del Grupo de Trabajo de Pérdidas y Procesos de Luto, junto con Marta Rión y Aurora Plana, miembros del Grupo de trabajo, nos ofrecen pautas para gestionar la pérdida y el luto

Consol Bosch en una imagen reciente.

«En la situación actual, estamos aprendiendo nuevas formas rituales de despido|despedida»Cedida

Publicado por

Creado:

Actualizado:

—Estos días hay personas que están llevando sus padres y abuelos a los hospitales con el pensamiento que quizás no los volverán a ver más. ¿Cómo se puede gestionar eso?

—Primero, hay que escucharlas, que expresen sus emociones sin juzgarlas, acompañándolas para que tomen conciencia que, dadas las circunstancias, están haciendo todo lo posible. También tenemos que pensar que en los hospitales y residencias hay nuestros mejores profesionales. Hay que tratar de evitar los pensamientos catastrofistas y negativos. Todos necesitamos sentir que controlamos nuestra vida y esta situación que estamos viviendo es de incertidumbre. Por lo tanto, necesitamos recuperar esta situación de control para paliar la impotencia. Eso lo podemos hacer, por ejemplo, hablando con interlocutores válidos, en los hospitales o residencias, centrarnos en la información fiable. También nos puede ayudar mantener las rutinas y los hábitos saludables para distraer la mente de estos pensamientos negativos y centrarnos en lo que podemos hacer. Hay cosas que están fuera de nuestra mano.

—También se vive la situación de no poder acompañar al enfermo ingresado. Además del miedo, se suman emociones como la impotencia o la rabia.

—Todas las emociones que podemos sentir son lógicas y naturales. Nos rebelamos contra lo que estamos viviendo, estamos rebotados porque nos hace daño a nosotros y a las personas que queremos, es una reacción de supervivencia. Lo que es importante es gestionar estas emociones, porque la emoción en sí es adaptativa. Pero si es desproporcionada y nos invade todo el día, nos puede hacer daño. Una manera de gestionarlas es expresarlas, compartirlas con nuestro entorno. Estos días han aumentado las videollamadas, porque la gente necesita expresar, sentirse escuchada. Por otra parte, tenemos que tener presente que un estado emocional desbocado no permite tomar decisiones acertadas. Por lo tanto, hay que canalizar estas emociones, explorarlas. Eso también nos ayudará a estar más presentes: en las familias con niños, ellos necesitan tener figuras de apoyo y, si estamos desbordados, no les podremos ofrecer este apoyo.

—¿Qué impacto puede tener no poder acompañar a las personas que amamos en el momento de la muerte?

—En el proceso de duelo que acompaña la muerte de un ser amado es muy importante poder acompañar y despedirse para prevenir un luto complicado que puede afectar a nuestra salud. Quedaría un tema pendiente de trabajar en que requeriría un trabajo posterior y que podría necesitar ayuda terapéutica. De aquí la importancia de lo que podemos hacer ahora, facilitar este acompañamiento. Hay hospitales que facilitan que los familiares puedan entrar y despedirse, aunque sea muy poco tiempo. Y si eso no es posible, buscar otros medios, como los audios, para poder expresarnos. Hay que hacer todos los esfuerzos porque se trata de prevenir.

—Estos días tampoco es posible hacer el velatorio y el entierro se hace en circunstancias también anómalas.

—Primero, tenemos que tomar conciencia que, en las actuales circunstancias, los familiares, sanitarios y tanatorios están haciendo toda la posible. Estamos aprendiendo nuevas formas rituales de despedida. Uno puede ser buscar un espacio en casa donde poner velas, fotos o recuerdos que hemos compartido con aquella persona que ha muerto, o algo significativo suyo o de la familia. También podemos hacer unos escritos, que cada miembro de la familia prepare un comentario o exprese lo que siente, o hacer unos minutos de silencio. O podemos hacer una videoconferencia con los familiares próximos para hacer una especie de despedida.

—Los sanitarios están haciendo un papel difícil, también, acompañando la muerte de personas que están separadas de las familias.

—Los sanitarios están haciendo una tarea muy difícil, están a primera línea, muchos explican que su cansancio emocional es tano más fuerte que el físico. Están viviendo una situación de estrés. El estrés es una activación que todas las personas necesitamos para hacer cosas, pero cuando esta activación sobrepasa nuestras capacidades y se mantiene en el tiempo, la situación ya no es sana, nos sobrepasa. Los ayuda a saber que están en una causa útil, que lo que hacen es muy meritorio y que la sociedad se lo está reconociendo, pero es una tarea muy, muy complicada. Ellos también necesitan ser escuchados, compartir las angustias y preocupaciones, porque están en contacto directo con la muerte. Es una situación tan fuera del normal, que todo lo que se pueda hacer ahora es prevención en salud. Más adelante, a posteriori, pienso que muchos profesionales sanitarios necesitarán ayuda.

—¿Qué podemos hacer si sentimos que la situación nos supera?

—Son pensamientos normales, pero que si se vuelven recurrentes, tenemos que conseguir pararlos. Por ejemplo, cómo decíamos, con las rutinas. También hace falta que tengamos pensamientos positivos, pensar que todo eso pasará y que no estamos en un pozo, sino en un túnel, y que estamos caminando hacia la luz. Si a pesar de todo, no se pueden evitar estos pensamientos, el Col·legi Oficial de Psicologia de Cataluña ha puesto en marcha dos teléfonos de ayuda. El 649 756 713, para toda la población, y el 935 678 856, que es específico para el personal sanitario.

tracking