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Una joven de Parque Riuclar hace la compra a las personas mayores confinada

La iniciativa surgió de la asociación de vecinos del barrio y quince familias se benefician de la acción solidaria de Marta Ballabriga

Dos personas esperan en el balcón la llegada de la vicepresidenta de la Asociación de Vecinos, Marta Ballabriga, con la compra.

Una joven de Parque Riuclar hace la compra a las personas mayores confinadaGerard Martí

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La Asociación de Vecinos de Parque Riuclar colabora de manera desinteresada con las personas mayores y enfermas del barrio que están confinadas en su casa a causa de la pandemia del coronavirus. La vicepresidenta de la entidad, Marta Ballabriga, se encarga de hacer la compra y de desplazarse hasta la farmacia para adquirir medicamentos a aquellas personas que no pueden salir de su vivienda por culpa del coronavirus. Ballabriga explicó ayer domingo a esta redacción que «el barrio es muy pequeño, hay censadas 315 personas, nos conocemos todos y sabemos dónde viven las más vulnerables». Con esta iniciativa «queremos facilitarlas las cosas en estos momentos tan difíciles para todo el mundo», dijo. Este hecho se está consiguiendo gracias al trabajo que lleva a cabo a esta vecina del barrio tarraconense.

Ballabriga es la miembro más joven de la junta directiva de la asociación de vecinos y, por este motivo, es la única que llevar a cabo la prueba solidaria de llevar comestibles y productos de limpieza a los vecinos confinados en casa, porque no pertenece a ningún grupo de riesgo. «Evitar el contagio es lo más importante», dijo.

Parque Riuclar es el barrio más pequeño de la ciudad de Tarragona y entre los vecinos se conocen por el nombre. Desde que inició esta actividad, Ballabriga está en contacto con vecinos de una quincena de viviendas que requieren sus servicios desinteresados. «Cada cuatro días llamo en los pisos desde el portal de la calle y los pregunto si necesitan alguna cosa», explicó. Los vecinos hacen una lista con el pedido y, una vez adquiridos los productos del pedido, «los llevo hasta su casa, siempre manteniendo las normas de seguridad,» indicó Ballabriga.

Muestras de agradecimiento

Las personas que requieren el servicio que los hace Ballabriga se muestran muy agradecidas. En algunos casos, tienen dificultades para desplazarse, más después de unos días de no salir de casa como a resultado del confinamiento, otros tienen complicaciones de diversa índole y otros sufren enfermedades. Ballabriga explicó el caso de una vecina asmática, «en la cual fui a comprar la medicina», dijo. Además, aparte del colectivo de la gente le hace mucho respeto salir a la calle, aunque sea uno pocos minutos y para hacer la compra. El temor al contagio está muy presente en personas que forman parte del grupo de riesgo más castigado por la pandemia de coronavirus.

Difícil encontrar mascarillas

Hasta el pasado sábado Marta Ballabriga no pudo prestar su ayuda a los vecinos del barrio con garantías para su salud, a pesar de «adoptar todas las precauciones». Las dificultades para encontrar mascarillas y guantes de seguridad supuso que hasta el pasado sábado no tuviera, dijo. Ballabriga explicó que «la asociación trabaja en red con el Ayuntamiento y, desde Protección Civil, me dijeron que, si después de repartir el material entre el personal sanitario quedaba algún material, me lo darían». «El sábado me entregaron la mascarilla y los guantes».

La joven vecina de Parque Riuclar remarcó que esta actividad solidaria dirigida a las personas mayores y aquella con enfermas del barrio «la hago yo, sólo, porque se tiene que evitar exponer a más personas» Ballabriga se mostró muy satisfecha por la respuesta del barrio. «Hemos creado un grupo cerrado de whatsapp del cual forman parte 53 personas, una cifra muy elevada teniendo en cuenta las que viven en el barrio». Mediante el grupo «informamos de las medidas que toma a la asociación o el Ayuntamiento». El objetivo es facilitar toda meda de información sobre los cambios y nuevas propuestas que están surgiendo a raíz de la lucha contra el coronavirus.

La crisis por el coronavirus va por largo y Ballabriga se muestra dispuesta a ofrecer los servicios que presta a los vecinos del barrio hasta que sea necesario. Ahora el objetivo se traduce en el día a día.

La voluntaria entrega una bolsa con comida a una vecina.

Una joven de Parque Riuclar hace la compra a las personas mayores confinadaGerard Martí

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