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Estado de Alarma

«Las ventas de primavera nos sirven para aguantar todo el año»

El sector de la flor cortada y la planta viva es uno de los más afectados por la crisis sanitaria del coronavirus

Joan Maria Vidal, propietario también del Garden Tapioles y de Flors la Rasa, en las instalaciones del Garden Gaià, en Altafulla.

«Las ventas de primavera nos sirven para aguantar todo el año»Gerard Martí

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«Hasta un 70% de las ventas anuales se concentran entre en marzo y en mayo, y los productores se verán vertidos a tirar los stocks de producto», asegura la Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC) en un comunicado en el cual alerta que la paralización de la actividad podría llevar al sector de la planta viva a la ruina. Y lo mismo pasa con el sector de la flor cortada, el ornamental.

«A nosotros la primavera nos sirve para aguantar todo el año», explica Joan Maria Vidal, propietario del Garden Gaià, en Altafulla, el Garden Tapioles, al Catllar y de Flors la Rasa, en El Corte Inglés de Tarragona, quien añade que las deudas del invierno «los pagas con los beneficios de esta época». «Durante los meses de marzo, abril y mayo tengo las fechas más importantes, que son Semana Santa, Sant Jordi y el Día de la Madre,» añade Vidal, que lamenta que ha tenido que iniciar un proceso de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y tendrá que dejar a los 15 trabajadores que tiene en paro. «Las pérdidas serán abismales», se compadezca.

Vidal señala que, además, la de la primavera es una campaña que se prepara con mucha antelación por la importancia que tiene. «Compras mucho de material para prepararte para estos meses y, evidentemente, tiene que pagar a los proveedores, y en esta situación pues no lo puedes hacer», lamenta Vidal, que añade que «además, tenemos muchas plantas que vienen de productores porque trabajamos en un sector en el cual la clientela quiere plantas perfectas, y si no se trasplantan, van a menos y el cliente ya no las quiere. Estos días me dedico a regar y al mantenimiento de las plantas», explica mientras reconoce que las margaritas que tiene delante tienen un aspecto «espectacular».

No obstante la situación que atraviesa, Vidal trata de ser optimista. «Intento mantener las plantas vivas porque pienso que tenemos que cuidar el planeta y, por eso, creo que todos tendríamos que tener nuestro pequeño jardín en el balcón o en la ventana de casa», defensa. «Sinceramente creo que eso que está pasando mejorará la conciencia de la gente en el sentido de que hay que cuidar el planeta y el pequeño comercio, todos nos tendremos que apretar el cinturón y, si somos conscientes de que tenemos que ayudarnos los unos en los otros, podremos salir adelante», añade Vidal. En este sentido, el propietario de los viveros asegura que, si todo el mundo tuviera su jardín en casa, «soportarían mejor el confinamiento. Se hizo un estudio en salas de espera de médicos y psiquiátricos que demostró que, si hay plantas, los pacientes están más relajados, es decir, que está demostrado el bien de las plantas en las personas».

A pesar de tener que cerrar las puertas, Vidal no tira la toalla y aprovecha estos días de confinamiento para que, a través del WhatsApp, la gente pueda hacer pedidos y se las lleva a su casa. «La mayoría de pedidos que me hacen son de plantel, planta de huerta, para que puedan plantar en casa tomateras, pimientos, lechuga, pepinos, etc. y, de alguna manera, autoproducirse la comida en casa», explica Vidal, que añade que también vende pienso y comida de perros y gatos a domicilio pero que, en ningún caso, «me permite ni vivir ni pagar los recibos». Vidal explica también que, a través de Facebook, hace vídeos sobre cómo plantar en casa, «una especie de clases de jardinería para que los pequeños aprendan y lo puedan hacer desde casa suya».

Quien también se ha visto fuertemente afectado por la crisis sanitaria que se vive actualmente es Àngel Cañellas, propietario de Mas Pastorets, una empresa dedicada a la producción y a la comercialización de planteles de huerta. «Nos ha cogido en la peor época del año», lamenta Cañellas, que señala que «toda la producción que se nos marchaba hacia los mercados no tiene salida y las ventas de cara al profesional también han disminuido, hecho que nos obligará a tirar todo el género que morirá».

Cañellas no se ha planteado recurrir a un ERTE porque tiene que mantener el negocio abierto para suministrar el productoal cliente profesional, que dice que en esta época del año «supone un 30% de las ventas» y son todos aquellos negocios que compran hortalizas pero que muchos dejarán de hacerlo, como los restaurantes, porque el Estado de Alarma también los obliga a cerrar.

Con respecto a la venta al detalle, Cañellas asegura que, a pesar de no estar obligado a cerrar, ha decidido hacerlo, «porque hay muchos aficionados que quieren plantar, ahora más que nunca porque tienen más tiempo, y no quiero tener una cola de 50 personas, tengo que minimizar el acceso a la finca», dice el empresario. «Vivimos en una situación de incertidumbre en la cual no podemos prever nada», lamenta Cañellas, que se muestra esperanzado asegurando que «podré vender todo el género si abren los mercados de la Seu d'Urgell, Manresa, Vilanova i la Geltrú, etc., que son, mercados semanales donde hay venta de plantel», y que actualmente no se llevan a cabo.

«Prefiero no pensar, será lo que Dios quiera», acaba reconociendo el propietario del Plantel Mas Pastorets de Torredembarra.

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