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Los trabajadores tarraconenses en el Reino Unido hacen los trámites para quedarse en el país

Los que actualmente viven allí pueden gestionar el llamado ‘settlement estatus’, pero a partir de 2021 las restricciones de entrada se incrementarán

El Reino Unido abandonó la Unión Europea el pasado 31 de enero a las once de la noche, hora local.

Los trabajadores tarraconenses en el Reino Unido tramitan para quedarse en el paísReuters

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Algunos de los trabajadores tarraconenses que viven en el Reino Unido se muestran preocupados por la situación en el país después del Brexit y la manera como los puede afectar tanto en el ámbito laboral como en el social, especialmente con respecto al crecimiento de la xenofobia. Precisamente la semana pasada el gobierno anunciaba medidas para restringir la llegada de inmigrantes de los países de la Unión Europea (UE), en la misma línea que los del resto de los países del mundo. Para el 2021, a los ciudadanos originarios de la UE el gobierno británico les podrá exigir haber tramitado el nueve settled o pre-settled estatus , es decir, el permiso de residencia según los años que haga que viven en el país.

Rebeca, una reusense de 34 años que trabaja de maestra a Enfield (Londres), explica que los trámites para conseguir el mantenimiento de la residencia en el país –es desde el 2007– fueron «muy sencillos» y que los ha hecho aunque en su trabajo todavía no le han requerido. En su caso, considera que la salida de la UE no le afectará a su carrera laboral, pero sí que conoce casos de ciudadanos de la Unión que se tendrán que marchar por esta decisión política. Esta reusense es de la opinión de que los británicos han optado por esta medida para «deshacerse de muchos inmigrantes» y también que poco a poco las prestaciones desaparezcan.

También en Londres, Geny Diaz es supervisora de restaurante. Originaria de Tarragona, llegó al país en el 2011 y para ella los trámites para poder continuar su estancia a partir del 2021 «fueron un poco complicados, enviando documentación y cada vez me pedían más. Después tardó unos meses al darme el settled estatus y durante aquellos meses siempre estás con la duda en la cabeza». Esta tarraconense de 40 años es de la opinión que el Brexit «es un paso atrás porque se ponen más barreras a la gente que quiere vivir en un lugar|sitio tan multicultural como es Londres».

Demostrar que puedes trabajar

Fuera de la capital de Inglaterra, Nuria Andreu es una tarraconense que vive en Hitchin (Herfordshire). Llegó al Reino Unido ya en el año 2008 y trabaja de editora científica. A ella sí que le aconsejaron en el trabajo hacer los trámites de la Permanente residency «porque les daba miedo lo que pudiera pasar si no había acuerdo». Pero era «muy complicado y mucho papeleo» y al final la familia decidió «esperar a qué saliera elEU Settlement Application ». Lo pidieron a finales de enero del 2018 y concedieron el permiso a los cuatro miembros de la familia. Andreu ha notado que últimamente las ofertas de trabajo «piden que demuestres que puedes trabajar aquí».

Lo único que afectaría a su carrera profesional, apunta, son las consecuencias económicas del Brexit, «pero a mí igual que a los británicos», concluye esta tarraconense de 41 años, que dice conocer casos de personas que han preferido marcharse del país «aprovechando oportunidades que han surgido a Europa y preocupados por las consecuencias económicas a que el Brexit pudiera tener». Andreu se muestra preocupada porque cree que «una gran parte de los que votaron a favor lo hicieron porque no querían inmigración y eso me preocupa, para mí pero sobre todo por mis hijos por si nunca se puedan sentir discriminados o no vivir alguna situación xenófoba». La preocupación también se extiende al ámbito económico: «Esperamos que no se equivoquen. Tendremos que esperar y ver qué pasa».

La inestabilidad, «un problema»

Seila Becerra llegó al Reino Unido en el 2014 proveniente de la Riera de Gaià. Actualmente trabaja como gestora de activos, en aeropuertos, y vive en Brentwood (Essex). Con los trámites ya terminados, considera que «lo que más preocupa es la validez que eso tendrá ya que todo es un sistema nuevo», añade. A ella tampoco le han pedido ninguna nueva acreditación, «llevo ya 4 años trabajando al mismo lugar|sitio y nunca me han comentado nada. Lo que sí que es verdad es que organizaron reuniones destinadas a todos los trabajadores europeos con los abogados de la empresa para resolver dudas que pudiéramos tener», recuerda. Sí que afirma que «me preocupa la economía, la inestabilidad es un problema». Producto de todo, conoce gente que «se ha marchado por decisión propia, porque están descontentos con la gestión» pero considera que, en general, no es complicado quedarse. Si tienes National Insurance Number o Número de la Seguridad Social puedes pedir el pre-settled estatus . Esencialmente dan 5 años a los europeos para|por quedarse». Becerra, de 31 años, entiende «algunas de las frustraciones respecto de la UE, la burocracia y la distancia de las instituciones y los gobernantes no son su fuerte. Lo que también tenemos que entender es la oleada de populismo que afecta en el continente (y en el oeste en general) y para mí gran parte del Brexit es parte de lo mismo». Además, recuerda, que «el resultado fue muy justo y por lo tanto la población está polarizada».

El derecho a decidir su futuro

Ingeniera informática en Manchester, Sílvia Sanromà es originaria de Reus y llegó al Reino Unido en el 2016. Los trámites para conseguir la documentación fueron «bastante sencillos» ya que la empresa, como el sistema sólo permitía hacerlos mediante teléfonos Android, habilitó algunos terminales para utilizarlos con esta finalidad. «El proceso tarda unos 5-10 minutos. Se tiene que poner el pasaporte bajo el teléfono móvil para que detecte el chip electrónico, entonces introduces tus datos (residencia, NI number , nombres, etc.) y finalmente te haces una fotografía con el móvil y envías la aplicación», dice Sanromà, que explica que en su caso tardaron más porque la fotografía era borrosa. Considera que las empresas no han dejado de invertir en el Reino Unido, a la vez que tampoco conoce a nadie que se tenga que marchar del país por el Brexit: «De momento con el pre-settlement estatus tienes los derechos garantizados y puedes trabajar de la misma manera que antes, sin tener que pagar nada». En la opinión de esta reusense de 25 años, «todos los pueblos tienen el derecho a decidir su futuro». A pesar de preferir que se hubieran quedado porque le habría facilitado cuestiones burocráticas o de transporte, asegura que «con respecto a la economía, nadie sabe realmente el impacto que tendrá al país (bueno o malo) en cuanto que tendremos que esperar y ver cómo evoluciona».

Libertad de movimiento

Por su parte, Carla Gilabert trabaja en Londres como científica en una universidad. En el país desde 2017, asegura que seguirán teniendo fondos de financiación europeos y británicos para su tarea de investigación, por lo cual no prevé afectación en su carrera laboral a raíz del Brexit. Un Brexit que califica de «error ya que en trabajos como la suya «es necesario tener la libertad de moverse» y una visa lo complicaría tanto para los miembros de la Unión Europea como para|por los británicos, afirma esta reusense de 29 años.

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