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Declaraciones de Pinedo encienden una nueva polémica sobre el Anfiteatro de Tarragona

El concejal dijo, primero, que las graderías de los años setenta podrían ir al suelo, después que no y, finalmente, que es probable

Las graderías que irían al suelo son las que aparecen llenas de gente en un acto de Tarraco Viva.

Declaraciones de Pinedo encienden una nueva polémica sobre el Anfiteatro de TarragonaOlívia Molet

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«Quizás me expliqué mal». Esta fue la respuesta que dio ayer martes al concejal de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Tarragona, Hermán Pinedo, después de que el lunes manifestara que su departamento contempla la posibilidad de tirar al suelo las graderías del Anfiteatro construidas en los años setenta.

La noticia sorprendió a los concejales de los partidos de la oposición, a que el jueves de la semana pasada participaron en una comisión monográfica para abordar la situación crítica del monumento romano.

Ayer por la mañana, Pinedo convocó una rueda de prensa en la cual aseguró que «no me planteo tirar las graderías reconstruidas», pero en la misma intervención afirmó, que, en función de los resultados que aporten los informes que se harán,«según el grado de afectación es posible que se tiren» las graderías de los años setenta, que desde hace años presentan grietas.

Un informe técnico del cual se tuvo constancia el pasado verano hacía referencia al hecho de que el monumento corría el riesgo de «colapsar». Pinedo dijo ayer que «la prioridad es excavar la zona de rocas, porque puede haber desprendimientos de piedras» y, posteriormente, se actuará en la zona reconstruida, un espacio del monumento en que «trabajaremos conservar las graderías».

El concejal de Patrimonio Histórico recordó que este año el Ayuntamiento ha aprobado una partida de 100.000 euros para intervenir en el Anfiteatro y que en los presupuestos municipales del 2020 habrá una de 200.000 euros. «La prioridad absoluta es invertir para mantener y conservar las graderías» de los años setenta, dijo, para volver a comentar que en sus declaraciones del día anterior «no me expresé bien».

Pinedo anunció la ejecución de un estudio de georradar para determinar el grado de afectación de las vibraciones del ferrocarril en las estructuras del monumento. El concejal apuntó que, cuando se haya actuado en el monumento y esté garantizada la seguridad, se estudiarán los usos que se dará en el Anfiteatro, un espacio que «queremos musealizar para potenciarlo». Pinedo remarcó que este objetivo se tiene que contemplar por un periodo largo de tiempo, «que puede ser de quince a veinte años».

Incredulidad en la oposición

Las concejalas de la CUP y de Ciudadanos, Eva Miguel y Sonia Orts, respectivamente, hicieron acto de presencia en la rueda de prensa convocada por Pinedo para expresar su «incredulidad» ante las declaraciones del concejal de Patrimonio Histórico. Miguel comentó que «la noticia nos ha sorprendido, después de que no se dijera nada en la comisión monográfica del 28 de noviembre, de más de dos horas de duración, que pedimos nosotros porque hay una enorme falta de información».

«Lamentamos la improvisación en un tema que es grave», dijo la concejala cupaire, quien subrayó que «en ningún momento se habló de sacar las graderías». Miguel añadió que «los técnicos que estuvieron presentes en la comisión dijeron que falta hacer más informes».

«A la hora de hablar del Anfiteatro, donde existe un riesgo, entendemos que no se pueden hacer declaraciones de estas características», comentó Miguel, quién indicó que «en el resto de los grupos municipales nos genera dudas la falta de transparencia». Por su parte, Orts expresó su «perplejidad y sorpresa» por las declaraciones de Pinedo y explicó que, ayer por la mañana, «los concejales de ERC no sabían nada, tampoco el alcalde Ricomà que se ha pensado que las graderías habían caído».

La concejala de Ciudadanos coincidió con Miguel a la hora de decir que en la comisión de la semana pasada «no se habló de tirar en tierra o no las graderías de los años setenta». El portavoz del grupo naranja, Rubén Viñuales se mostró «muy sorprendido, aunque en Tarragona estamos acostumbrados al hecho de que el patrimonio se trate de esta manera.»

«No tenemos que olvidar que la Fiscalía estudia lo que pasa con este monumento, el más simbólico de la ciudad,» apuntó. Viñuales alertó de la posibilidad de que «nos saquen el título de Patrimonio de la Humanidad, como le ha pasado en una ciudad alemana». El concejal de Ciudadanos anunció que «hemos pedido que en los presupuestos del 2020 haya una partida de un millón de euros, que sólo servirá para tapar agujeros, y en este mandato se tendrían que invertir cinco millones de euros para mantener y conservar nuestro patrimonio, lo cual tiene que ser una prioridad».

«Deseamos una solución para nuestros monumentos», subrayó. Por su parte, la portavoz del grupo municipal del PSC, Sandra Ramos, exclamó «en qué manos está el patrimonio de la ciudad». Ramos apuntó que «no se puede alarmar la población donante informaciones como esta» e hizo un juego de palabras por decir que en la rueda de prensa «Pinedo ha dicho que no dijo el que sí que dijo».

En opinión de la concejala socialista, «si las graderías del Anfiteatro de los años setenta se tiran al suelo, no se podrán reconstruir y nunca volveremos a ver el monumento como lo hemos hecho hasta ahora».

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