Diari Més

Padre e hijo patrullando juntos por Sant Magí: un sueño cumplido

Javi forma parte de los Mossos d'Esquadra des de hace más de 25 años y sus dos hijos gemelos, Ricard y Abel, han entrado este año en el cuerpo; Ricard hizo tareas de vigilancia junto a su padre en un día muy señalado en su ciudad

Imatge de Javi y Ricard, padre e hijo, patrullando juntos por Sant Magí.

Imatge de Javi y Ricard, padre e hijo, patrullando juntos por Sant Magí.Mossos d'Esquadra

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«Una noche mágica, emocionante y emotiva». Así definen a los tarraconenses Javi y Ricard, los dos agentes de los Mossos d'Esquadra, la pasada madrugada de Sant Magí. Aquel día se cumplía un sueño: padre e hijo patrullaban juntos por las calles de Tarragona en un día tan importante para su ciudad. Aunque los separan más de 25 años de experiencia en el cuerpo, los dos trabajan por la misma pasión: velar por la seguridad ciudadana. Una pasión que también comparte el hermano gemelo de Ricard, Abel, quien también es un recientemente incorporado a los Mossos d'Esquadra.

Javi, de 53 años, es un agente veterano. Entró en el cuerpo policial el año 1993 –forma parte de la 7ª promoción-. Sus hijos gemelos de 20 años, Ricard y Abel, siempre han admirado su trabajo y, el año pasado, decidieron seguir sus pasos: se presentaron a las oposiciones para entrar a formar parte del cuerpo de la policía catalana. Su felicidad fue máxima al ver que los dos juntos iban superando las pruebas hasta entrar en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya (ISPC), donde se han preparado durante el curso para conseguir el momento más esperado: la tirada de gorra que simboliza la entrada en el cuerpo policial.

Los dos hermanos se encuentran, desde finales de junio, realizando el periodo de prácticas. Ricard está destinado a Salou durante el periodo estival, mientras que a Abel le ha tocado hacer las tareas de agente durante estos tres meses en Sitges. En un principio, ninguno de los dos gemelos tenía previsto coincidir con su progenitor, pero la fiesta de Sant Magí hizo que se diera esta situación tan especial.

«Nunca habría imaginado trabajar con mi padre, fue muy especial»

Los Mossos d'Esquadra pidieron refuerzos este agosto para la noche de Sant Magí, del 18 al 19 del mismo mes, ya que hay muchos actos nocturnos en Tarragona con motivo de las fiestas. La sorpresa fue cuando Ricard recibió la noticia que aquel día cambiaría las calles de Salou por las de su ciudad y, además, no lo haría acompañado de un agente cualquiera: formaría binomio con su padre, que trabaja en la ciudad.

«Nunca habría imaginado trabajar con mi padre, fue muy especial», afirma el tarraconense. Aquella noche el trabajo se mezclaba con muchas emociones, ya que al patrullar en su propia ciudad se encontraron amigos y mucha gente conocida que se mostraban curiosos al observar la situación. Tal como explican los dos, aquello significó «cumplir un sueño». La sensación fue «muy emotiva» en una noche que, policialmente, fue bastante tranquila. La mayoría de actuaciones fueron por identificaciones, mediaciones o facilitación de indicaciones a turistas, aunque la jornada acabó con un detenido por una pelea.

Más sentido de protección

Una de las grandes premisas de los Mossos d'Esquadra es que la pareja de agentes que trabaja conjuntamente se tiene que proteger mutuamente. Este sentimiento se multiplicó en el caso de Javi y Ricard, ya que su compañero no era un agente cualquiera. En este sentido agradecen, en parte, que la situación se dé de forma excepcional, ya que esta agudización de la protección también podría ser contraproducente para ellos.

Los dos gemelos afirman que la relación, en cierta manera, ha cambiado con su padre, ya que antes no les explicaba muchas cosas del trabajo y ahora, al convertirse en dos agentes más del cuerpo, se ha abierto más a ellos. Por su parte, la alegría más grande para Javi y su mujer es que sus dos hijos hayan podido entrar juntos al cuerpo policial, ya que, si sólo hubiera entrado uno de ellos, habría sido una alegría a medias. Después del verano, Ricard y Abel recibirán un nuevo destino donde trabajar los nueve próximos meses de prácticas. Desconocen cuál será este nuevo lugar, pero los tres tienen claro cuál sería su mayor ilusión: trabajar algún día los tres juntos.

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